Sáenz de Santamaría clausuró ayer el XIII congreso del PP catalán, que reforzó el liderazgo de su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, cuya dirección fue renovada con el aval del 92% de la militancia. Por su parte, la líder del PPC pidió la militancia extender territorialmente el partido y, al tiempo, instó al Govern de CiU a hacer recortes en ámbitos como el de los medios de comunicación, y a que no convierta TV3 en una televisión "independentista".

Sánchez-Camacho aseguró que en su partido están "cansados, muy cansados" de la "Cataluña oficial", donde sólo se critica y se cae en la "victimización" nacionalista.

Antes del discurso de Sánchez-Camacho, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría ha asegurado que el Gobierno está "volcado con Cataluña, con su calidad de vida, con las reformas necesarias, con sus infraestructuras, sus pymes, con la creación de empleo; y tiene nuestro apoyo financiero, político y económico".

En todo caso, Sáenz de Santamaría recordó que para salir de la crisis, que es la prioridad y debe hacerse con "esfuerzo", también "tenemos que hacerlo en un clima de cooperación institucional y de entendimiento" ya que, ha agregado, los ciudadanos "quieren que aunemos fuerzas y responsabilidad", algo que el PP ofrece en Cataluña como oposición constructiva al Govern.

"No podemos trasladar a los ciudadanos la cuita de nuestras diferencias, la cuita de aquello que nos separa. Tenemos que trabajar juntos, limando diferencias, buscando puntos de encuentro, para poder de verdad superar las dificultades de país y salir de la crisis", remarcó Santamaría, que recordó que "lo que tiene que ser el gran objetivo es salir de la crisis, crear empleo, mejorar en educación, sanidad y reforzar los servicios sociales".

Por otra parte, Saénz de Santamaría avaló la gestión de Sánchez-Camacho al frente del PP catalán, "que es hoy un partido, fuerte, unido y que representa a la sociedad catalana en sus principios de esfuerzo, capacidad, modernidad y de trabajo".

La vicepresidenta llegó a decir, en sus elogios a los dirigentes del PP de Cataluña, que "sin el PPC lo que estamos haciendo no sería posible; sin vuestro esfuerzo, desvelos, trabajo", las reformas del Gobierno de España hoy "no hubieran sido posibles". "Os lo debemos", ha agregado.

Por su parte, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, afirmó que su "principal objetivo", una vez afianzado su liderazgo en el XIII congreso del partido, es ampliar la representación territorial del PPC y arrebatar alcaldías a PSC y CiU, un reto al que se dedicará "casi en exclusiva".

Después de haber logrado pacificar el partido, hacerlo suyo, y darle un gran protagonismo en la política catalana, la meta de Sánchez-Camacho es ahora "multiplicar" sus regidores en todo el territorio, que ahora casi rozan el medio millar, porque sin este avance es "imposible" hacer realidad su aspiración última: convertirse en "la primera" presidenta de la Generalitat catalana.

En la clausura del XIII congreso del PPC y acompañada de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, Sánchez-Camacho lanzó una advertencia a sus adversarios políticos: "tomad nota, estamos aquí para volver a dar la sorpresa".

Después de pasar de la "marginalidad" al epicentro de la política catalana, la líder del PPC quiere lograr ahora que su partido sea de gobierno en, al menos, "el triple" de los municipios donde ya lo es.

Sánchez-Camacho combinará su actividad en el Parlament con una intensa actividad territorial en los municipios catalanes.