Uno de los empresarios responsable de dos empresas adjudicatarias de los contratos con la Radiotelevisión Valenciana durante la visita del papa a Valencia en 2006 ha reconocido que pagó una comisión de 88.000 euros al número dos de la red Gürtel por encargarse de la sonorización del evento.

Así lo afirmó el imputado Óscar Fragio ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que también interrogó ayer al supuesto líder de la trama, Francisco Correa, y su número dos, Pablo Crespo, así como al gestor de Orange Market, Álvaro Pérez, "el Bigotes", que se negaron a declarar.

Fragio, representante de Apogee Telecomunicaciones y Wild Electronics, relató que entregó a Teconsa dos talones, uno con la cantidad que habían presupuestado inicialmente de 1.050.000 euros, y otro de 1.085.000, después de comprobar que la dotación no era suficiente para instalación y montaje de equipos de audio y vídeo.

Fuentes jurídicas apuntaron que el imputado se comprometió a aportar facturas que justifiquen 800.000 euros aún pendientes del importe total de más de dos millones que costaron las instalaciones.

Sin embargo, Crespo insistió a los periodistas en que desconoce si existió algún soborno por parte de la red corrupta al exdirector del ente público valenciano, Pedro García Gimeno, también imputado en la causa y que está citado para hoy.

El primero en comparecer ante Ruz fue Correa, que fue trasladado en ambulancia desde la prisión de Soto del Real después de que el juez rechazase que su declaración se realizara por videoconferencia debido a la claustrofobia que padece.