Lorca vive la víspera del primer aniversario de los terremotos que devastaron la ciudad en 2011 con movilizaciones de los colectivos de damnificados que reclaman soluciones ante la falta de ayudas y denuncian la parálisis del proceso de reconstrucción un año después de la catástrofe.

La Asamblea de Vecinos Afectados por los Terremotos, la plataforma de damnificados en la que se han integrado distintos colectivos organizados durante el último año, protagonizará esta tarde a las 20.30 horas una manifestación que recorrerá las principales calles de la ciudad.

José Alberto Lario, uno de los portavoces de esta asamblea, ha explicado que "Lorca vuelve a la calle el 10-M" porque "queda mucho por hacer" y porque la plataforma no ha querido empañar con sus protestas los actos institucionales de homenaje a las víctimas que se celebrarán mañana con motivo del aniversario.

La manifestación de esta tarde comenzará en la plaza de Colón y terminará en la plaza de Calderón donde se dará lectura a un manifiesto con sus principales reivindicaciones, entre las que se encuentra el pago de las ayudas públicas a los damnificados.

Según Lario, unas 7.500 personas siguen desplazadas de sus hogares un año después de los terremotos y el aniversario de la tragedia "es el momento de unir fuerzas entre todos para conseguir que la ciudad recupere el esplendor perdido".

Los afectados afirman que los 230 millones de euros en ayudas que incluye el último Real Decreto aprobado por el Gobierno es una cantidad "suficiente" para saldar la deuda pendiente con los damnificados y para reconstruir parte de las infraestructuras públicas que fueron demolidas, entre ellas dos institutos de secundaria, un centro de salud y un pabellón deportivo que sigue clausurado, entre otros edificios de la administración.

La manifestación de esta tarde tuvo un prólogo ayer con el corte del tráfico en la avenida Juan Carlos I, la principal arteria de la ciudad, que protagonizaron profesores, padres y alumnos del instituto "Ramón Arcas", uno de los derribados tras los seísmos.

La valla de seguridad que rodea las ruinas del instituto se llenó de crespones negros y los manifestantes, que gritaron consignas como "reconstrucción ya", colocaron una gran pancarta en lo que fue la puerta del centro en la que todavía hoy puede leerse "Un año después todo por hacer. Reconstrucción".

Un acto similar convocado por la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Fampa) tendrá lugar esta tarde junto al solar que dejó el derribo del instituto "Ros Giner", para el que esta semana se ha anunciado el proyecto de reconstrucción, por cinco millones de euros, que permitirá que el centro reabra en el curso 2014-2015.