La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, afirmó ayer en un acto conmemorativo del atentado de ETA cometido en el centro comercial Hipercor que "Cataluña es un pueblo que rechaza la violencia", por lo que "no hay espacio para quienes niegan la democracia y la paz".

De Gispert se refirió a las consecuencias de la violencia terrorista en un acto celebrado en el auditorio del Parlament para conmemorar el 25 aniversario de la mayor matanza de ETA, que tuvo lugar en el centro comercial Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987, y que se saldó con 21 fallecidos y 45 heridos.

La presidenta reivindicó los valores democráticos y se manifestó en contra "de cualquier tipo de violencia", porque "ninguna utopía la justifica", subrayó. "Afirmamos nuestra voluntad de convivir, y no hay espacio para quienes niegan la democracia y la paz", añadió antes de señalar que la presencia de representantes de "las víctimas que han sufrido las garras del terrorismo es fundamental" para recordar "hechos tan rechazables y criminales que siempre mantendremos en nuestra memoria".

Por parte de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, su presidente, José Vargas, indicó que "las víctimas del terrorismo y sus familiares sufren de una forma más intensa" que cualquier otro colectivo relacionado con la violencia y ha elogiado la labor realizada por las fuerzas de seguridad para detener a los responsables de la misma.

Santos Santamaría, padre de un mosso d''esquadra que murió en un atentado de ETA cometido en Cataluña, destacó que "mientras que en el Parlament se dialoga y se vota la aprobación democrática de leyes, ellos, los terroristas, pretenden conseguir a través de la violencia lo que no pueden obtener con el diálogo y las urnas".