El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, ha anunciado hoy que deja este departamento para centrarse en la coordinación de la precampaña y la campaña electoral del PSE-EE ante los comicios autonómicos del próximo 21 de octubre.

Ares ha explicado que aunque de manera legal no sería incompatible mantenerse en el cargo y coordinar la campaña, cree que desde el punto de vista "ético y político" no se pueden compatibilizar ambas tareas porque el Departamento de Interior es el encargado de coordinar organizativamente la campaña electoral.

Tras la salida de Ares, el lehendakari, Patxi López, ha decidido unificar la Consejería de Interior junto con la de Administraciones Públicas y Justicia. Será la titular de esta última y portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, quien asumirá este doble departamento en los aproximadamente tres meses que quedan de ejecutivo.

Ares ha tenido un "recuerdo emocionado" para las cuatro personas asesinadas por ETA durante este periodo, los agentes de la Policía Nacional Eduardo Puelles, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaun y el agente francés Jean-Serge Nérin, en los que ha simbolizado a todas las víctimas de la organización terrorista.

Ha dicho sentirse un "privilegiado" por haber presenciado como consejero de Interior el final de la actividad terrorista de ETA y ha destacado la labor de que han desempeñado en este proceso la Ertzaintza, las Fuerzas de Seguridad del Estado y también la política que el Gobierno Vasco, que ha practicado de "firmeza cero".

La renuncia de Ares ha sido muy criticada por los partidos. Iñigo Iturrate, vicepresidente segundo del Parlamento Vasco por el PNV, ha tildado de "espantada" la renuncia del consejero y ha mostrado su "preocupación" por "la parcialidad que pueda existir en el departamento que va a gestionar el proceso electoral".

Iturrate, en declaraciones a EFE, ha señalado que la renuncia de Ares "demuestra" que a los socialistas "les preocupa más rascar un puñado de votos en las elecciones que solucionar lo que realmente preocupa a los ciudadanos".

En el mismo sentido el portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Antón Damborenea, ha señalado que la salida Ares es la "prueba de que los socialistas anteponen su interés partidista a la acción de gobierno", por lo que el lehendakari, Patxi López, también debería dimitir.

Damborenea ha considerado "rocambolesco" que el titular de Interior cese en sus funciones para ocuparse de la campaña electoral de su partido.

Bildu ha tildado de "irresponsable e insultante" la decisión del consejero, que "ha dejado claro que no está al servicio de la sociedad vasca sino al servicio de intereses partidistas" y que "no tienen ninguna intención de esclarecer la muerte de Iñigo Cabacas", aficionado del Athletic fallecido por un pelotazo de la Ertzaintza.

El portavoz de Presidencia de Ezker Anitza-IU, Iñigo Martínez ha criticado la "dejación de funciones" de Ares que, a su juicio, "evidencia que prioriza los intereses partidistas a los de toda la ciudadanía y a los que reclama el interés general".

Paradójicamente una de las pocas estimaciones positivas ha venido del sindicato mayoritario de la Ertzaintza, ERNE, con el que Ares ha mantenido múltiples enfrentamiento a lo largo de su mandato.

Roberto Seijo, secretario general de ERNE, ha considerado "globalmente positiva" la actuación de Ares al frente de la consejería de Interior y ha estimado que su renuncia es razonable, ya que no sería sido lógico que Ares hubiera compaginado sus tareas al frente de la consejería de Interior y su trabajo como responsable de la campaña del PSE para las próximas elecciones autonómicas.

Rodolfo Ares, "peso pesado" del actual Gobierno Vasco, ha enarbolado durante sus tres años de gestión como consejero de Interior la bandera de la "tolerancia cero" contra los violentos y ha podido ver el fin de la actividad violenta de ETA, logros empañados al final de su mandato por la muerte de Íñigo Cabacas.