El fuego no da tregua y agosto concluye con al menos seis importantes incendios activos y la amenaza vigente de nuevos incidentes.

El que ha representado una amenaza mayor para núcleos urbanos es el de Robledo de Chavela, en la Comunidad de Madrid, que provocó el desalojo de 2.000 personas de dos urbanizaciones y una residencia de ancianos.

El Gobierno regional autorizaba ayer, a partir de las 14:50 horas, a todos los vecinos de las cinco urbanizaciones desalojadas por el incendio forestal en Robledo de Chavela que volvieran a sus casas cuando lo estimaran oportuno.

Asimismo, podían volver a sus alojamientos los ancianos de las residencias de Santa Rita y Los Golondrinas, ubicadas en ambas urbanizaciones.

Las autoridades tomaron esta decisión tras asegurar la zona y comprobar que los focos de las llamas estaban alejados de dichas urbanizaciones. De todas formas el realojo se hará "de forma escalonada y se priorizará, cuando sea posible, la vuelta de los ancianos".

La propia presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, apuntó sobre este incendio que, por área afectada, ha sido uno de los más importantes registrados en Madrid en los últimos diez años.

Aguirre ha exigido "castigos ejemplares" para los autores de incendios forestales.