Un grupo de 68 inmigrantes, tres de ellos menores, llegó en la madrugada del domingo a la Isla de Tierra, un pequeño islote español situado en el Archipiélago de Alhucemas frente a las costas marroquíes, a unos 100 kilómetros al oeste de Melilla.

Según informó ayer la Delegación del Gobierno en un comunicado, entre los inmigrantes que "en principio" se contabilizaron se encuentran tres menores y 17 mujeres.

Los inmigrantes arribaron al islote, en el que ya se encontraban otros trece subsaharianos, a las 04.20 (hora canaria), unos diez minutos después de que aproximadamente 60 subsaharianos intentaran saltar la valla de Melilla, sin que ninguno de ellos lograra su propósito de acceder a España a través de la verja.

Fuentes del Ministerio del Interior aseguraron que los tres menores serán trasladados a Melilla en las próximas horas, por ser los más vulnerables, mientras que los restantes quedarán en el islote a la espera de buscar una solución en colaboración con las autoridades marroquíes.

Desde el miércoles

La Isla de Tierra se convirtió en noticia el pasado miércoles con la llegada a dicho lugar en patera de 19 inmigrantes.

Seis de ellos, tres bebés y tres mujeres, una embarazada y las dos restantes madres de los pequeños, fueron trasladados a Melilla, y los trece restantes quedaron en el islote, que hasta entonces estaba deshabitado.

La guarnición militar destinada en el Peñón de Alhucemas, próximo a la Isla de Tierra, se encargó de dar asistencia humanitaria a los inmigrantes que desde el miércoles permanecían en la zona, a los que se les han suministrado mantas, agua y comida.

La llegada de este grupo de casi 70 personas supone la mayor oleada de inmigrantes llegados a peñones e islotes de soberanía española en el norte de África.

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, no duda de que se trata de una acción "perfectamente coordinada y orquestada" por parte de las mafias que trafican con seres humanos, que ponen en peligro incluso la vida de menores.

Según El Barkani, la "delicada" situación que se viene sucediendo en Isla de Tierra desde que el pasado día 29 llegara un primer grupo de 19 inmigrantes pone "sobre el tapete" la necesidad de coordinar una política de inmigración que logre abortar el negocio de las mafias e implique en mayor medida a la Unión Europea.