El padre de los niños desaparecidos de Córdoba, José Bretón, se declaró ayer en huelga de hambre de alimentos sólidos en protesta contra las medidas de seguridad que le son aplicadas en la cárcel de Córdoba y que consisten en un plan de prevención contra suicidios y su aislamiento en un módulo en el que está separado de otros presos, según confirmaron fuentes penitenciarias.

Bretón rellenó el pertinente formulario informando de su decisión a la dirección de la cárcel cordobesa y ya en el desayuno que dispensa el comedor tan solo ingirió leche. No obstante, las mismas fuentes explicaron que se han encontrado en su celda un paquete de galletas de chocolate y otro con dulces navideños.

Imputado por el asesinato de sus hijos Ruth y José, Bretón justificó su decisión de llevar a cabo esta huelga de alimentos sólidos para protestar contra el hecho de que tenga que vivir en prisión con el control constante de al menos un preso para evitar que se suicide. También pide ser trasladado a un módulo con otros presos, una situación que, según las fuentes consultadas, podría tener consecuencias negativas para su integridad física por el carácter de los delitos que se le acusa.

Instituciones Penitenciarias mantiene estas medidas de seguridad en torno a Bretón en virtud del artículo 75.2 del Reglamento Penitenciario, según el cual, "a solicitud del interno o por propia iniciativa, el director podrá acordar mediante resolución motivada, cuando fuere preciso para salvaguardar la vida o integridad física del recluso, la adopción de medidas que impliquen limitaciones regimentales, dando cuenta al Juez de Vigilancia".

Su abogado, José María Sánchez de Puerta, se mostró "extrañado" por la decisión de su defendido, que no le había comunicado nada al respecto.

"Acusación poderosa"

En otro orden de cosas, el forense vasco Francisco Etxebarria, autor del informe que asegura haber encontrado huesos de menores que podrían pertenecer a los niños Ruth y José, afirmó ayer que, pese a la imposibilidad de obtener ADN de los restos hallados, "hay datos como para que haya una incriminación, por lo menos, una acusación poderosa hecha desde la propia Fiscalía". "Puede faltar una pieza, pero la figura o fotografía de fondo se ve entera", recalcó.

En una entrevista radiofónica, Etxebarria opinó que las dificultades en la resolución de este caso, debido a los informes contradictorios de los huesos hallados, constituyen "un hecho aislado" porque la Policía científica "es gente muy cualificada", con genetistas "de primera división".