El Senado aprobó ayer, definitivamente y sin ninguna modificación en el texto remitido por el Congreso, la reforma de la ley de financiación de partidos políticos, que fija un recorte del 20 % en las subvenciones públicas y estrecha el cerco a los partidos para dificultar que se puedan financiar de manera irregular.

La reforma salió adelante con los votos a favor de 215 de los 218 senadores presentes en la votación y tras rechazar la mayoría popular una enmienda conjunta del PSOE, CiU, Entesa y PNV y otras dieciséis individuales de los distintos grupos, con lo que la nueva ley será publicada en el Boletín Oficial del Estado después de haber cubierto nueve meses de tramitación parlamentaria.

La enmienda conjunta de los cuatro grupos pretendía introducir una cláusula de revisión para vincular la variación de las ayudas que reciben los partidos a la evolución la economía, en lugar de que la cantidad consignada cada año se deje al criterio del Gobierno de turno.

El senador socialista Francesc Antich afirmó que esta forma de actuar creaba inseguridad a los partidos políticos para planificar sus actuaciones, que "normalmente van más allá de un año", y abrió la puerta a la discrecionalidad y a un cambio de sistema. "Una cosa es responder a coyunturas económicas y otra que vayamos hacia un sistema donde la parte pública tenga muy poco peso", subrayó Antich.

La portavoz adjunta del Grupo Popular, Rosa Vindel, recordó que la reforma atiende a principios de austeridad y ejemplaridad, así como de transparencia, control y fiscalización de los partidos. El resto de las enmiendas fueron dadas por defendidas por los grupos proponentes, excepto las de UPN, dirigidas a prohibir las donaciones y condonaciones de deuda para los partidos.

Un modelo mixto

La portavoz adjunta del PP abogó por un modelo mixto de financiación público-privado e insistió en que la nueva ley aumenta los mecanismos de control de los partidos.

Aunque la reforma fue aprobada sólo con los votos en contra de tres senadores (dos de Amaiur y uno de Eusko Alkartasuna) la senadora de Entesa Iolanda Pineda cuestionó el consenso en el Senado, al no haber aceptado el PP ninguna de las enmiendas planteadas por los grupos en la Cámara alta.

En este sentido, el popular Manuel Altava resaltó que el proyecto ya se remitió al Senado con un amplio consenso desde el Congreso.