La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, defendió ayer en Pontevedra que los comicios del 21-O en Galicia "no son una reválida" para el PP a nivel nacional y que deben interpretarse solamente en clave gallega. En una rueda de prensa en la sede provincial del PP, Cospedal señaló que Galicia "es un icono para el PP", un partido que "modernizó" la comunidad, que dio "lecciones de sobriedad" ante la crisis desde que Feijóo es presidente, y que "representa la estabilidad, la confianza y la credibilidad de un Gobierno".

Según Cospedal, el PP ha mantenido en Galicia "servicios sociales de toda calidad y sigue manteniendo en su programa una apuesta por los servicios públicos y por cuidar de quienes más lo necesitan".

Preguntada sobre cómo afectaría un eventual rescate de España a las posibilidades de cumplir el programa electoral, Cospedal no contestó directamente y señaló que la "ayuda" se podrá solicitar o no dependiendo de si las condiciones que puede llevar aparejadas son "suficientes, posibles o interesantes", y que el compromiso del Gobierno es salir de la crisis . Cospedal dijo que Feijóo es "uno de los valores más sólidos del PP", pero que en el partido no se plantean la posibilidad de reubicarlo en Madrid en caso de una hipotética derrota electoral porque no creen que vaya a perder.

El candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, Pachi Vázquez, expresó su "preocupación" por la situación económica de Galicia tras conocerse un supuesto desvío "irregular" de facturas de 2010 a 2011 para cuadrar los objetivos de déficit y ha sentenciado: "No me salían las cuentas y ahora ya entiendo por qué". Preguntado por los periodistas, el líder socialista ha aludido al informe del Consejo de Cuentas instruido por el exconsejero de Manuel Fraga José Antonio Orza, que el martes desvelaba el diario ''El País''.

Por su parte, en una entrevista concedida a EFE el candidato del BNG a la Presidencia de la Xunta, Francisco Jorquera, considera a su partido "en ascenso" y cita como prioridades el empleo, los servicios sociales y avanzar "hacia el pleno reconocimiento de la soberanía nacional gallega".