España mostró su oposición a los recortes en las ayudas europeas a la agricultura y a las regiones incluidas en la última propuesta para el marco presupuestario plurianual 2014-2020, según indicaron ayer fuentes diplomáticas.

Este documento, elaborado por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, plantea reducir el presupuesto comunitario en torno a 75.000 millones de euros, lo que incluye una disminución de 55.000 millones de euros en las ayudas europeas destinadas a la agricultura y a las regiones (un recorte para España estimado en 20.000 millones).

La propuesta suscitó el rechazo de todos los países en mayor o menor grado y por distintos motivos, a una semana de que se celebre la cumbre de líderes sobre el marco presupuestario para los próximos siete años, convocada para la semana que viene.

En el estado actual de las negociaciones, las citadas fuentes aseguraron que es muy difícil que se logre un acuerdo, mientras que otras aseguraron que con el actual documento todos pierden.

Los Veintisiete se muestran divididos entre una minoría que, liderada por Reino Unido, apoya aumentar los recortes en el presupuesto, lo que supone menores desembolsos por parte de los países, y una veintena de Estados que se oponen a la disminución de las partidas en dos políticas clave: de cohesión y agricultura.

España se encuentra en una posición complicada. Por una parte, dada la situación económica del país, Madrid ve con buenos ojos reducir su aportación a las arcas comunitarias al primer marco presupuestario plurianual, en el que España pasa a ser contribuyente neto. Por contra, el país rechaza el recorte en cohesión y agricultura, que supone más de un 90% de lo que recibió en 2011, ya que el 52% de la financiación comunitaria a España está destinada a la agricultura y un 40% a las regiones, a través de los fondos estructurales y de cohesión.

En concreto, con el próximo marco presupuestario plurianual España podría perder más de un tercio de las ayudas europeas a las regiones y en torno a un 17% de las asignadas al sector agrícola, según cálculos provisionales basados en la propuesta originaria presentada por la Comisión Europea.

Derecho a veto

Pese a ello, España espera no tener que recurrir al veto durante las negociaciones, un poder que cualquier país puede ejercer debido a que los presupuestos plurianuales tienen que ser aprobados en el Consejo Europeo por unanimidad.

Las fuentes consultadas señalaron que tampoco existen alianzas claras entre países con posturas similares en cuestiones concretas, debido a la divergencia de intereses de cada Estado. Francia, Portugal, Italia, Bélgica, Bulgaria, Austria, Malta, Irlanda y Eslovenia comparten con España el rechazo a los recortes en agricultura.

Respecto a las ayudas regionales, se oponen a su reducción los países de Europa del Este (Polonia, Rumanía, Hungría, Eslovenia, Eslovaquia, Bulgaria, Estonia, Lituania, Letonia y la República Checa) y los del sur (Grecia, Malta, Portugal, España e Italia).