La sanidad madrileña ha vivido hoy su segunda jornada de huelga, que se ha desarrollado sin incidentes y ha culminado con una multitudinaria manifestación por el centro de la capital, en la que los asistentes han expresado su rechazo al plan de reestructuración anunciado por el Gobierno regional.

A pesar de las protestas, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha advertido de que no dará marcha atrás en su plan y ha pedido que no se engañe a los madrileños en un tema tan sensible como éste.

Ha insistido en que no hay "ningún plan de acoso, ni de derribo contra nada" y en que su responsabilidad es mantener en funcionamiento los servicios públicos, que ahora, por la crisis económica, corren peligro.

En esta segunda jornada de protesta, la Comunidad de Madrid ha cifrado en un 25,93 por ciento el seguimiento de los trabajadores en el turno de mañana y un 18,8 por ciento en el de la tarde, en tanto que los sindicatos han elevado el porcentaje a más del 85 por ciento.

La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha apuntado que la concesión y la privatización de la salud sólo generará "notables problemas financieros" y "restricciones en la competencia del mercado".

El colofón a la segunda jornada de paros (hay convocadas otras dos el 6 y 7 de diciembre) lo ha puesto una manifestación en el centro de Madrid convocada por las seis organizaciones sindicales presentes en la Mesa Sectorial de Sanidad madrileña, justo ocho días después de que una ''marea blanca'' inundara la ciudad en favor de la gestión pública y para exigir la retirada del plan de medidas sanitarias anunciadas por el Gobierno regional.

El secretario de Sanidad de CCOO de Madrid, Manuel Rodríguez, ha pedido disculpas a los usuarios de la sanidad por las molestias que han podido ocasionar los paros, aunque ha asegurado que los sindicatos "van a seguir dando la batalla" con nuevas movilizaciones.

La manifestación, que ha complicado el tráfico del centro de la ciudad, ha arrancado de la plaza de Neptuno sobre las seis y media de la tarde y ha concluido sin incidentes una hora y media más tarde en la Puerta del Sol con la lectura de un manifiesto, leído por un sindicalista de UGT y un trabajador de un Centro de Salud Mental de Vallecas.

"Cura cura, sana sana, si no pagas el nuevo tratamiento hoy lo pagarás mañana", "Dinero por aquí, dinero por allá, la pública ''palante'', la privada ''patrás''", coreaban los manifestantes, entre ellos muchos con batas blancas y también usuarios de la sanidad madrileña.

"Salvan bancos, cierran hospitales", "No a los recortes", "Con la sanidad del PP al cielo iré" o "El laboratorio del Marañón, en peligro de extinción" decían algunas de las numerosas pancartas que llevaban.

Estas medidas, según los sindicatos, suponen una "privatización radical" de la sanidad madrileña y convierten el modelo sanitario en "un modelo privado cuyo único objetivo es el lucro de algunas empresas".

Los sindicatos sostienen que de aplicarse, la calidad asistencial se verá "drásticamente" afectada, "dado que una parte importante del dinero invertido en sanidad se destinará a los beneficios económicos de las empresas que la gestionen", y se perderán además "unos 7.000" puestos de trabajo.

Los secretarios generales de CCOO y UGT de Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez, respectivamente, que han estado en la cabecera de la manifestación, han expresado su confianza en que el Gobierno regional que preside Ignacio González, del PP, reflexione ante la "movilización generalizada" y retire el paquete de medidas anunciadas, entre las que se incluyen la gestión sanitaria por empresas privadas de los nuevos hospitales y la "privatización" del 10 por ciento de los Centros de Salud.

Al término de la manifestación, José Alfredo Espinosa, que hace 18 años fue sometido a un trasplante de médula ósea en el hospital La Paz, ha destacado a Efe: "Vivo gracias a la sanidad pública".