Cuatro exdirigentes de ETA que ahora apuestan por la paz a través de la llamada "vía Nanclares" dijeron ayer que la banda "debería desaparecer y dejar que la izquierda abertzale gestionara el tema de los presos, lo que facilitaría el posicionamiento de los propios presos". Los cuatro, Rafael Caride Simón, Carmen Gisasola Solozabal, Joseba Urrusolo Sistiaga y Andoni Alza Hernández, son miembros del colectivo autodenominado "Presos comprometidos con el irreversible proceso de paz", la llamada "vía Nanclares", formada por presos que se distanciaron de ETA y estaban internos en esta cárcel alavesa (ahora están en la nueva prisión de Zaballa).