Iberia inició ayer el procedimiento para despedir, a través de un expediente de regulación de empleo (ERE), a 3.807 personas, el 19% de su plantilla, y ha pedido a los sindicatos que no lleven a cabo las jornadas de huelga convocadas para protestar contra los despidos en la aerolínea.

No obstante, la compañía ha presentado un Plan de Acompañamiento Social con el objetivo de reducir el impacto del expediente sobre el empleo mediante medidas como reducciones y congelaciones salariales, incrementos de productividad o flexibilidad.

Según fuentes sindicales, el colectivo más afectado sería el de trabajadores de tierra (unos 2.640), seguido del de tripulantes de cabina (unos 760) y el de pilotos (unos 320) y los despidos se realizarán entre el 14 de marzo y el 31 de diciembre.

La compañía, que inicialmente planteó una reducción de 4.500 puestos de trabajo, informó ayer de sus nuevas intenciones a sus empleados, representantes sindicales y al Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

A partir de ahora, la dirección de Iberia y los sindicatos dispondrán de un plazo de 30 días para negociar el expediente de regulación de empleo, según explicó la aerolínea en un comunicado.

La presentación del ERE llega después de tres meses de negociaciones "infructuosas" con los representantes sindicales y en los que la compañía ha puesto sobre la mesa distintas alternativas que permitían alcanzar los objetivos de rentabilidad sin tener que recurrir a los despidos.

Iberia recuerda que, entre 2008 y septiembre de 2012, ha perdido más de 850 millones de euros, lo que la ha obligado a tomar medidas "drásticas" de reducción de costes y mejora de ingresos unitarios para ser viable.

Pese a la presentación del ERE, la compañía asegura que tiene la "mejor disposición para llegar a un acuerdo" y que con esa voluntad acudirá a las reuniones con los representantes sindicales, pese a creer que los 15 días de huelga convocados "no son la mejor situación para negociar de forma constructiva". Por ello, la aerolínea pide a los sindicatos "que dejen a los clientes al margen de las disputas internas", pues estas tienen que resolverse "en la mesa de negociación y no mediante huelgas que agraven las pérdidas".

En cualquier caso, Iberia pondrá todas las medidas a su alcance para mitigar los efectos que las huelgas convocadas en febrero y marzo tengan sobre sus clientes.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, apeló ayer a la responsabilidad de la dirección de Iberia y de los sindicatos para alcanzar un acuerdo que evite la convocatoria de quince días de huelga en un sector clave para la economía y el turismo español.

Pastor se pronunció así unas horas antes de que Iberia comunicase sus intenciones. "En España no nos podemos permitir perder más de diez millones de euros al día, porque esa pérdida va a repercutir en todos nosotros. Hay que encontrar puntos de entendimiento, porque de ellos nos beneficiamos todos y si hay desencuentros perdemos todos".