El turismo es el primer sector que da muestras de dinamismo en una economía en la que los precios se están moderando y que se mueve en un contexto más estable en los mercados con la prima de riesgo española en los niveles más bajos desde hace dos años.

A diferencia de la economía del conjunto de la zona del euro, que salió de la recesión en el segundo trimestre, según dio a conocer la semana pasada Eurostat, el Producto Interior Bruto (PIB) español aún no se ha recuperado, pero ya ha disminuido la caída casi a cero.

Uno de los indicadores que apunta al fin de la crisis es la ausencia de turbulencias en los mercados, en los que el riesgo que los inversores atribuyen a la deuda española, que cerró la semana en el entorno de los 250 puntos, está lejos de los más de 600 puntos de hace un año que presagiaban el rescate de la economía española.

Aún no hay datos oficiales que corroboren la buena marcha del turismo, pero durante las últimas semanas las patronales del sector se han mostrado esperanzadas en que los dos últimos trimestres del año en curso les permitan salir de la recesión gracias al incremento del número de turistas extranjeros, sobre todo por la situación que se vive en Egipto y por las revueltas en Turquía.