El PP, con su mayoría en la Mesa del Congreso, ha rechazado admitir a trámite el primer intento del PSOE de interpelar al presidente Mariano Rajoy por el llamado ''caso Bárcenas'', paso previo para que los socialistas lleven a cabo su propósito de someter a votación la reprobación del jefe del Gobierno. En respuesta, el PSOE ha registrado una nueva interpelación a Rajoy, y ha asegurado que recurrirá el veto.

En esta ocasión, el PP ha argumentado que no hay razones de interés general para convocar un Pleno extraordinario en el que se debate una interpelación al presidente del Gobierno que, además, presenta dudas reglamentarias.

Con este veto, adoptado con los votos del PP y la abstención de CiU, la interpelación de Rajoy no se discutirá en la Diputación Permanente prevista para este martes por la tarde.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, decidió convocar a la Mesa del Congreso horas antes de que se pronunciase la Diputación, habida cuenta de que desde el PP venían avisando de que la interpelación al Gobierno es un mecanismo para controlar a los ministros pero no al presidente y remarcaban que esa idea de debatió en los trabajos de reforma del Reglamento de 2005.

En el Reglamento hay un vacío legal pues no impide expresamente dirigir una interpelación al presidente del Gobierno y lo que determina que es el Ejecutivo quien decide cuál de sus integrantes responde a las interpelaciones planteadas por la oposición. No son raros los casos en que un partido se dirige a un ministro y el Gobierno escoge otro para el debate.

En la reunión de la Mesa del Congreso, el PP ha reiterado esas dudas reglamentarias sobre la interpelación pedida por el PSOE y ha argumentado que, en ese contexto y estando en el mes de agosto, no hay razones de interés general para convocar una sesión plenaria extraordinaria con el único fin de llevar a cabo una interpelación.

Para el representante de CiU, Jordi Jané, como para los socialistas, "es posible reglamentaria y constitucionalmente" dirigir una interpelación al presidente del Gobierno, aunque el Reglamento no obliga a éste a responderla. A su juicio, sería bueno resolver este vacío con una modificación puntual de las normas de la Cámara.

La abstención de los nacionalistas, según ha explicado, se debe a que la pretensión del PSOE es aprovechar esa interpelación para luego registrar en la moción posterior una propuesta de reprobación del presidente del Gobierno que habría de votarse en el Pleno del Congreso. Para Jané, la reprobación al jefe del Gobierno es la moción de censura y no es posible utilizar vías intermedias de exigencia de responsabilidades al presidente.

El PP también ha rechazado este martes en el Congreso adelantar el debate de la comisión de investigación pedida por el PSOE sobre las cuentas del Partido Popular. A su juicio, los partidos de la oposición están actuando como "colaboradores necesarios" del que fuera tesorero del PP.

El PP, por boca de su vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, ha negado una y otra iniciativa alegando que la comparecencia de Rajoy ya fue suficientemente explicativa y que ahora hay que dejar trabajar a la Justicia.

Por su parte, la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, ha registrado este martes en el Congreso una petición de interpelación urgente al Gobierno para que responda sobre las "responsabilidades políticas" derivadas de las "mentiras" de su presidente, Mariano Rajoy, "vertidas en sede parlamentaria" sobre el caso Bárcenas. Así lo ha anunciado ella misma en rueda de prensa tras el veto de la Mesa del Congreso.

Según la portavoz, el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha "traspasado todas las líneas rojas" impidiendo que esa interpelación se debata en la Diputación Permanente de esta tarde y se ha convertido "en el censor mayor del Gobierno".

Así, la portavoz socialista ha adelantado que el PSOE pedirá la convocatoria urgente de otra Diputación, para que se estudie su nueva petición. Además, recurrirá la decisión de la Mesa del Congreso y pedirá a Posada que la reconsidere, en un escrito en el que advertirá que el PSOE está dispuesto a pedir amparo, si es necesario, al Tribunal Constitucional.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha calificado a su vez de "incomprensible" la decisión de la Mesa. "Es incomprensible para el conjunto de los ciudadanos que el señor Rajoy no pueda ser interpelado en un asunto tan grave como el que nos afecta", ha dicho.

Aun así, ha evitado criticar al presidente del Congreso y ha defendido que "su actitud en esta legislatura es una actitud encomiable".

No obstante, el PP apunta que tampoco permitirá los próximos intentos porque entiende que el artículo 181 del Reglamento establece que las interpelaciones versarán sobre "motivos o propósitos de la conducta del Ejectivo en cuestiones de política general, bien del Gobierno o de algún departamento ministerial". Los ''papeles'' del extesorero del PP Luis Bárcenas y su supuesta contabilidad B no encajaría, a juicio del Grupo Popular, no encajarían en ese marco susceptible de ser motivo de interpelación al Gobierno.

Así lo ha dado a entender en la Diputación Permanente del Congreso el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, quien sostiene que la pretensión del PSOE "carece de apoyo reglamentario", apelando precisamente a ese artículo del Reglamento.

ROSA DÍEZ VE "ESCANDALOSO" EL VETO DE LA MESA DEL CONGRESO

La portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, considera "un escándalo" la decisión de la Mesa del Congreso de los Diputados de vetar el debate de la interpelación a Rajoy.

Así lo ha manifestado la líder de UPyD tras conocer dicha decisión, la cual supone, a su juicio, un hecho "gravísimo y preocupante" ya que "un Parlamento sometido a la conveniencia del partido que gobierna es lo menos parecido a una democracia". "El servilismo de la Mesa con el Gobierno no tiene antecedentes", ha sentenciado.

Asimismo, ha acusado al presidente del Congreso, Jesús Posada, de no haber cumplido con su "labor constitucional" al actuar "como testaferro del Gobierno". "No solo el Gobierno secuestra al Parlamento sino que ahora también lo hace la Mesa", ha apostillado.

También desde UPyD, la diputada Irene Lozano ha anunciado este martes que su grupo parlamentario buscará "la fórmula política conveniente" para reprobar al presidente del Congreso, Jesús Posada, por la decisión de la Mesa del Congreso.

Según ha denunciado Lozano durante el transcurso de la Diputación Permanente, Posada es el responsable "directo" de convertir al Congreso en un "lacayo del Gobierno" al impedir que se debata la posibilidad de interpelar al presidente.

"Nos parece que su trabajo como tercera autoridad del Estado y como presidente de este Congreso es ampararnos a nosotros para hacer nuestro trabajo y nos encontramos con que tenemos que desperdiciar la mitad de nuestra energía en defendernos de las cortapisas que usted, que encarna la máxima representación de la democracia, nos pone para hacer nuestro trabajo", ha manifestado.

"Cuando uno hace las cosas mal, ocurre esto. Cuando uno hace las cosas mal, las tiene que volver a hacer y las tiene que seguir haciendo muchas veces. Que venga, que lo haga bien y así no se lo tendremos que seguir pidiendo", ha insistido la diputada de la formación magenta en referencia a Rajoy.

Por ello, ha explicado que UPyD seguirá insistiendo en la necesidad de tipificar como delito que los políticos mientan en sede parlamentaria. "En cualquier país de una democracia civilizada, el hecho de mentir al Parlamento, por si mismo ya sería motivo suficiente para que dimitiera un presidente del Gobierno. En España, por desgracia, hay una tolerancia política con la mentira que, a nuestro juicio, no debería existir", ha argumentado.