El exministro de Exteriores Josep Piqué afirma que "el mundo ha dejado de ser occidental", un "cambio de era" que, a su juicio y junto a la propia experiencia interna norteamericana, ha sido decisivo para que Estados Unidos haya decidido no intervenir en el conflicto de Siria.

Piqué, recientemente nombrado como nuevo vicepresidente y consejero delegado de OHL, ha hecho estas declaraciones a la Agencia con motivo de la publicación de su nuevo libro, "Cambio de era", en el que pretende dar luz a las nuevas fuerzas de poder global que se mueven, imparables, de norte a sur y de oeste a este.

En ese nuevo escenario, la Unión Europea se enfrenta a "un problema de gobernanza" que debe resolver, unido a un proceso de "desinstitucionalización de la construcción europea", señala Piqué.

En su opinión, las instituciones europeas han perdido peso político y lo han ganado -junto a la iniciativa política- los estados miembros, especialmente algunos y sobre todo Alemania.

"Europa necesita de un claro liderazgo y ese liderazgo no lo quiere ejercer Alemania. Alemania expresa sus posiciones, habla e incluso dicta instrucciones, pero no quiere ejercer ese liderazgo, por su propia historia, entre otras causas", ha añadido.

El resto de los estados miembros "no tienen esa capacidad", ha afirmado el exministro, para quien esa voluntad de liderazgo la deberían asumir "unas instituciones europeas reforzadas".

"Todos añoramos a un Jacques Delors como presidente de la Comisión", ha recordado Piqué, antes de añadir que hasta que no se recupere esa capacidad, Europa "irá languideciendo".

Aunque este momento sería perfecto para abordar este asunto ya que el próximo año se celebrarán las elecciones europeas, Pique ha dicho que es "tristemente escéptico" ya que, a su juicio, esta cita servirá "una vez más" para debatir temas internos y no europeos.

Tras una serie de cambios económicos, tecnológicos y de productividad, junto a la ruptura de la dinámica de bloques, vuelven a ser "importantes" los países con mayor población y de ahí la emergencia de China, India, México o Turquía.

"Vamos a un mundo cada vez más multipolar, con países como India, Indonesia, Japón, Rusia -que "está recuperando su papel estratégico" como se ha visto con Siria-, México o Brasil", ha explicado.

Aunque Estados Unidos "va a seguir siendo la primera gran potencia", China va a producir más que EEUU en términos absolutos dentro de una generación, ha apuntado.

"La crisis siria nos ha demostrado en buena medida ese otro escenario que vivimos", ha matizado.

De hecho, ese nuevo orden mundial puede haber influido para que el presidente de EEUU, Barack Obama, haya decidido no intervenir en Siria, donde los inspectores de la ONU confirmaron el uso de gas sarín en el ataque del pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco.

También influye en esa actitud la propia experiencia interna norteamericana. "Estados Unidos ha visto que es muy difícil actuar unilateralmente", ha señalado Piqué.

A todo ello se ha sumado un "fenómeno desconocido: la ruptura de la solidaridad anglosajona" -el Parlamento británico vetó la intervención militar del Reino Unido en Siria-, lo que ha definido Piqué como un "un golpe muy inesperado".

El posicionamiento de Francia tiene, a su juicio, "componentes de oportunismo muy notables".

Todo ello sumado a las "amargas experiencias" de Irak y Afganistán y "la poca propensión de la opinión pública norteamericana a implicarse en conflictos que considera ajenos" ha propiciado la actitud de Estados Unidos en el conflicto sirio.

Se ha referido además a que el incremento sin precedentes de la extracción de petróleo y gas natural en Estados Unidos en el último año está llevando al país hacia una "autosuficiencia" energética.

Esto implica un "creciente desinterés hacia una zona que hasta ahora era absolutamente vital para los intereses estratégicos de Estados Unidos: Oriente Medio", ha subrayado, antes de matizar que, no obstante, Israel sigue siendo "muy importante" para EEUU.

Para Piqué, el conflicto sirio "no es entre buenos y malos". "No es un conflicto entre un dictador sanguinario, que lo es, y una oposición democrática", ha matizado, ya que ha recordado que dentro de ella hay "elementos" ligados al integrismo islamista.

"Es un conflicto interno de enorme magnitud y la comunidad internacional debe intentar que acaben cuanto antes las hostilidades y se minimicen los daños a la población civil", ha añadido.

Debe "pensárselo dos veces" antes de intervenir militarmente y de decantar la lucha en un sentido u otro ya que las consecuencias "no se pueden prever", ha agregado el exministro de Exteriores.