En una jornada del Instituto de la Ingeniería de España, Recaredo del Potro ha reiterado que la vuelta al funcionamiento de Castor dependerá de lo que diga el Gobierno y ha evitado entrar en el tema de las indemnizaciones y del coste del proyecto.

El presidente de Escal UGS, que gestiona el almacén y está controlada en un 66 % por el grupo constructor ACS, ha apuntado que la sismicidad en la zona ha coincidido temporalmente con la inyección de gas colchón "aunque con matices".

Del Potro ha defendido que la instalación está en "perfectas condiciones" y ha repasado las numerosas autorizaciones, cerca de medio centenar en el proceso de construcción, y la multitud de estudios y sondeos que ha llevado aparejado la infraestructura.

"Pocos (proyectos) han seguido un esquema tan complejo de autorizaciones", ha asegurado.

Entre los estudios llevados a cabo por la empresa, Del Potro ha destacado uno elaborado en Francia que aseguraba que se podía elevar la presión hasta 49 bares sin riesgo, una magnitud que solo llegó a alcanzar los 8 bares.

"Se conoce con mucho detalle el medio geológico de la zona (...) Las fallas están perfectamente cartografiadas", ha señalado el directivo de la empresa.

La actividad del almacén subterráneo de gas Castor, ubicado frente a las costas de Vinarós (Castellón), se encuentra paralizada desde el pasado 26 de septiembre hasta que se analice su posible relación con los cientos de pequeños seísmos registrados en la zona.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, anunció la semana pasada que se había solicitado al Tribunal Supremo que retirara la obligación de indemnizar a la empresa en caso de que se decida el cierre definitivo de la planta.

Soria detalló que Escal UGS tiene reconocida una retribución por desarrollar esta actividad de 1.273 millones de euros, a lo que se añaden otros dos conceptos: hasta 186 millones por la inyección de gas colchón y hasta 234 millones por los costes financieros soportados hasta su entrada en funcionamiento.

De esta manera, el coste total del proyecto rondaría los 1.700 millones, frente a los 700 millones presupuestados inicialmente.

El proyecto Castor trata de aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar, ubicado frente a las costas de Vinaròs, para almacenar hasta un tercio de la demanda de gas del sistema durante 50 días.