El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, mantuvo ayer la calma tras revisar a la baja los pronósticos de inflación para este año y el próximo y dejar inalterados los tipos de interés en el 0,25%. Nada más comenzar la rueda de prensa, la última de 2013, Draghi felicitó las próximas Navidades y deseó un Feliz Año Nuevo pero apenas ofreció más regalos a los mercados.

Draghi dejó entrever que los tipos de interés seguirán muy bajos durante un tiempo y que no hay motivo para el pánico porque no prevé deflación pese a la revisión a la baja de sus pronósticos de inflación. Defendió la decisión de comienzos de noviembre de reducir el precio del dinero en un cuarto de punto, hasta el mínimo histórico del 0,25%.

Por su parte, el Banco de Inglaterra también mantuvo los tipos de interés en el 0,5%.

Draghi confirmó la orientación de la política monetaria y aseguró que las tasas de interés rectoras "permanecerán en el nivel actual o más bajo durante un periodo de tiempo prolongado".

"La política monetaria será expansiva el tiempo que sea necesario", apostilló el presidente del BCE.

El BCE ha revisado a la baja las previsiones de inflación para 2013 y para 2014 y al alza las de crecimiento para 2014. La entidad prevé ahora para el 2013 una inflación del 1,4% y para el 2014 del 1,1%, tasas que se alejan mucho de objetivo del BCE, que es mantenerla cercana pero siempre por debajo del 2%.

Asimismo mantuvo su pronósticos de una contracción de la economía del 0,4% para este año pero revisó al alza una décima sus previsiones de crecimiento hasta el 1,1% para 2014, en comparación con los cálculos realizados en septiembre.

El BCE prevé para 2015 una inflación del 1,3% y un crecimiento del 1,5 % en la zona del euro.

"El presidente Draghi dio un mensaje claro de que la inflación es baja pero que el consejo de gobierno no ve un peligro evidente y presente de deflación", considera el analista de Royal Bank of Scotland Richard Barwell.

Sobre los precios, Draghi dijo que la situación actual de la zona del euro "es muy diferente a la de Japón en los años 90 y a comienzos de 2000".

El presidente del BCE consideró que las expectativas de inflación de Japón no estuvieron ancladas con la estabilidad de precios durante mucho tiempo, algo que no ocurre en la zona del euro.

Draghi también consideró que existen otras grandes diferencias con Japón: en la zona del euro se adoptaron en un estadio temprano medidas de política monetaria de gran importancia, se afrontaron los problemas del sector bancario, incluso, antes de la revisión de la calidad de sus activos y muchos países han adoptado medidas estructurales.

Draghi dijo que si se produce una nueva operación de refinanciación a largo plazo, se asegurará que se usa para la economía.

Explicó que las dos operaciones de refinanciación a largo plazo acometidas hasta ahora "estaban justificadas" y tuvieron éxito.