Unos doscientos vecinos de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) se han concentrado ante el Ayuntamiento de esta localidad en demanda de más servicios sociales, después de que tres miembros de una familia en situación de pobreza hayan muerto supuestamente por una intoxicación alimentaria.

La concentración ha tenido varios momentos de tensión, como cuando varias concejalas del equipo de Gobierno, del PSOE, han entrado en la casa consistorial y han sido insultadas y abucheadas, o cuando la Policía Nacional ha tratado de detener a un hombre que, finalmente, ante el creciente rechazo de los concentrados, ha sido dejado en libertad.

El hombre iba a ser detenido por tratar de entrar a la fuerza en el Ayuntamiento rebasando a cinco agentes de la Policía Local que guardaban las puertas.

"Por favor, que no le vuelva a pasar a ninguna familia", "Por pobreza ha muerto esta familia", "Lo que le ha pasado a esta familia es por vivir en la miseria", decían las pancartas improvisadas por los vecinos en trozos de papel y que han desplegado mientras gritaban pidiendo mayor cobertura de los servicios sociales.

También han gritado consignas contra el alcalde, Antonio Gutiérrez Limones, del que han pedido su dimisión y contra quien han desplegado pancartas que decían "Limones en el Senado y su pueblo ahogado", junto a otras con lemas propios del 15M como "No hay pan para tanto chorizo", ya que este movimiento ciudadano e IU se han sumado a la protesta vecinal.

Tras dos horas de concentración gritando consignas, al mediodía los vecinos han guardado un minuto de silencio por los fallecidos, mientras que las banderas de la fachada del Ayuntamiento ondean a media asta desde ayer por los tres días de luto decretados en el municipio.

Mañana, los vecinos, con el respaldo de IU y del 15M, han convocado una manifestación a las diez de la mañana que irá desde el barrio de Rabesa, donde vivían los fallecidos, hasta el Ayuntamiento en demanda de protección social.

La delegada municipal de Asuntos Sociales, Mariló Gutiérrez, ha asegurado a los periodistas que la hija menor de la familia fallecida, de 13 años, ingresada desde el sábado en un hospital sevillano y que ha estado evolucionando favorablemente, ha dicho que los alimentos que ingirieron en su casa el viernes por la noche habían sido comprados.

El matrimonio fallecido, E.C. de 61 años, y su mujer C.B., de 50, ambos sin empleo desde hace años, se dedicaban a la recogida de aluminio y cartón con la pequeña furgoneta que el marido conservaba de cuando trabajaba como fontanero.

Igualmente, según el testimonio de varios vecinos, recogían alimentos caducados de los supermercados y, en algunas ocasiones, cuando conseguían muchos los ofrecían a otros vecinos.

Fuentes municipales han asegurado que los familiares de los fallecidos están disgustados por haberles relacionado con la búsqueda de alimentos en contenedores de basura.

El matrimonio solo puntualmente había solicitado ayuda de los servicios sociales y hace algo más de dos años de Cáritas, y E.C. estaba tramitando el salario social.

La investigación sobre las causas de la muerte permanece bajo secreto judicial y tras la autopsia está previsto que se celebre un responso en el tanatorio de Sevilla para posteriormente llevar los restos de los tres fallecidos al cementerio de Alcalá de Guadaíra para darles sepultura en una ceremonia íntima, según el deseo expresado por los familiares al Ayuntamiento.