El Banco Santander, BBVA, CaixaBank, el venezolano Banesco y los fondos de inversión Guggenheim y JC Flowers han remitido hoy al FROB -el fondo de rescate español- sus ofertas vinculantes para hacerse con el paquete accionarial del 88,33 % de Novagalicia en manos del Estado.

El FROB ha informado en un comunicado de que seis compañías han pujado en firme por el grupo fruto de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, pero no ha revelado los nombres de los ofertantes.

Según fuentes próximas al proceso consultadas por Efe, los cuatro bancos que estaban interesados por Novagalicia -Santander, BBVA, CaixaBank y el venezolano Banesco- han presentado ofertas.

En cuanto a los fondos de inversión que estudiaron los números del grupo gallego, finalmente han pujado Guggenheim y JC Flower, aunque este último lo ha hecho con una oferta conjunta con Oak Tree.

Wilbuir Ross y Anchorage, otros dos fondos de inversión que mostraron interés por el grupo gallego han optado por retirarse del proceso.

A los potenciales compradores se les dio hasta hoy lunes por la tarde para enviar sus ofertas vinculantes al FROB y a partir de ahora, "en las próximas horas" el organismo público evaluará cada una de ellas.

Si después del estudio de cada propuesta encuentra una un 50 % mejor o que supere en al menos 200 millones la segunda mejor, podrá designar un ganador de forma inmediata.

Por el contrario, si las ofertas son muy similares, lo que podría pasar teniendo en cuenta el número de ofertantes, el FROB dará a los tres mejores postores la opción de reconsiderar sus propuestas y lo anunciará públicamente.

Entre las ofertas recibidas por el FROB llama la atención que haya la de varios fondos de inversión, a pesar de que el Banco de España obligó a este último tipo de comprador a mantener su participación en Novagalicia al menos cinco años y a crear un colchón de entre 700 y 800 millones para afrontar imprevistos.

Novagalicia, que ha recibido 9.052 millones de fondos públicos y ha necesitado 802 millones del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), cuenta con una clientela relativamente fiel a pesar de los vaivenes de la entidad, y una multimillonaria partida en créditos fiscales que hace más fácil su compra.

El pasado jueves, el FROB comunicó a todos los interesados que el grupo gallego contaba con 2.350 millones en activos fiscales diferidos (DTA por sus siglas en inglés) que cualquier ganador, tanto banco como fondo de inversión, podrá computar como capital.

Esto se explica porque el Estado garantiza al comprador que podrá compensar ese monto en un plazo de hasta 18 años con los beneficios que vaya generando o, de lo contrario, recibirá deuda pública.

Pero además, Novagalicia suma unos 2.000 millones más en DTA aún sin activar y que, dependiendo de la capacidad del vencedor de la subasta para generar resultados, podrá aprovechar en mayor o menor medida. Es aquí donde la gran banca española juega con ventaja por su capacidad de generar beneficios.

La subasta de Novagalicia, cuyo análisis fue encargado a BNP Paribas, marcará además el calendario de la puja de CatalunyaCaixa, que ya ha sido aplazada en dos ocasiones.

La venta de la entidad gallega generó mayor interés en el mercado que la catalana, lo que provocó que el FROB acelerara su subasta y, con suerte, podrá cambiar de manos este mismo año.

Novagalicia es la marca empleada en sus territorios de mayor implantación por Novacaixagalicia Banco, entidad que nació en 2011 tras la fusión de las dos cajas gallegas, Caixa Galicia y Caixanova.

Fuera del territorio gallego, el grupo operaba bajo la marca EVO Banco, que vendió al fondo estadounidense Apollo por 60 millones.