Los miembros de la banda terrorista ETA que mostraron las armas a los "verificadores" con el "compromiso verbal" de dejarlas fuera de uso en un piso de Toulouse (Francia), las metieron en una caja de cartón y se quedaron con ellas, según fuentes jurídicas.

Así lo han relatado los miembros de la denominada Comisión Internacional de Verificación (CIV) que han comparecido durante dos horas y media ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno para declarar como testigos sobre el paradero de los etarras con los que se reunieron.

Sobre el vídeo y el encuentro para el desarme parcial de ETA, los "verificadores" han apuntado que reciben una carta anónima en la que les dicen que vayan a Toulouse a finales de enero, adonde se desplazan en tren, han detallado las mismas fuentes jurídicas.

Allí, los dos "verificadores" que aparecen en el vídeo, Ram Manikkalingam (Sri Lanka) y Ronnie Kasrils (Sudáfrica), son recibidos por "un hombre con gafas y con gorro" que les espera en un coche y les lleva directamente a un edificio, al que entran por el garaje y suben a una habitación, donde se encuentran lo que aparece en el vídeo.

En la habitación, los encapuchados les ofrecen una listado de armas con el "compromiso verbal" de que las armas están selladas y, en ese momento, delante de ellos, las meten en una caja de cartón, las precintan y los encapuchados se quedan con la caja.

El vídeo fue grabado por ETA y difundido por la BBC.

El portavoz de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), Ram Manikkalingam, ha manifestado al juez recibió una carta anónima de ETA en Amsterdam en junio o julio de 2011.

Ha indicado que siempre se han reunido en Bilbao, bien todo el grupo o una parte del grupo, donde han mantenido contactos con partidos políticos, empresarios, el Obispado y representantes de la sociedad vasca.

Los "verificadores", que cobran 750 euros al día, están financiados por un grupo de Amsterdam que se llama DAG y por parte de algún Gobierno escandinavo, según las mismas fuentes.