La entrada de más de 214 subsaharianos a Melilla a través de la valla ha rememorado las avalanchas de 2005, que entonces llevaron al Ejército a custodiar el perímetro para evitar las continuas oleadas de inmigrantes. Se trata de la tercera entrada masiva en apenas once días, la quinta de 2014, en las que se calcula que han podido entrar más de 500 personas en total.

Como en otras ocasiones, el asalto se ha producido sobre las 06:00 horas, aprovechando el cambio de turno de la Guardia Civil, y estuvo protagonizado por unos 300 inmigrantes que, según la Delegación del Gobierno, portaban piedras, palos y botellas con los que hacer frente a los agentes.

Dos guardias civiles resultaron heridos, uno con un golpe en la cabeza que le propinó un inmigrante con un palo, por lo que fue detenido.

Aprovechando la situación, otro grupo de unos cien trataron a la carrera de cruzar el paso fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que separan Melilla de Marruecos, que tuvo que cerrar su verja durante media hora.

Tras saltar la valla, los subsaharianos, en grupo, se dirigieron hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), dejándose oír por las calles de Melilla.

Por otra parte, en torno a 40 agentes reforzarán desde este fin de semana el despliegue de la Guardia Civil en la frontera de Melilla tras la oleada de asaltos masivos por parte de inmigrantes y en previsión de nuevas avalanchas.