Miguel Arias Cañete se ha lanzado de lleno a esta campaña electoral con la promesa de conseguir vencer a la abstención y que los votantes de su partido le vuelvan a dar la victoria, aunque nadie duda de que tras los comicios es otro el objetivo del cabeza de lista: ser comisario europeo.

Veterano infatigable de la política nacional y europea, el exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aseguró en su proclamación en Toledo que ser el número uno de la candidatura popular es para él un "sueño", lo que está por ver es si ese anhelo va más allá del escaño.

Arias Cañete es, sin duda, uno de los hombres de Mariano Rajoy. Ese grupo selecto que siempre ha acompañado al ahora presidente del Gobierno y que no le dejó en los momentos difíciles y en los duros años de oposición.

Por eso fue previsible su nombramiento como ministro, como lo ha sido su designación como candidato y como lo será -si el PP español consigue un pedazo del pastel europeo- su puesto de comisario.

Amante del buen comer y apasionado de los coches -ha participado en carreras emblemáticas para aficionados como el Rally de Montecarlo-, Arias Cañete es conocido por su capacidad de trabajo y perfil dialogante.

No será la primera vez que este madrileño de corazón jerezano, que presume de comer yogures caducados y ducharse con agua fría, pise el Parlamento Europeo, donde fue eurodiputado durante trece años y ejerció de presidente de las comisiones de Agricultura y Política Regional.

Y le sobra preparación, tanto por su experiencia europea como por su dominio de los idiomas: habla con fluidez inglés y francés, se defiende en italiano y alemán y ahora incluso está aprendiendo chino, según confesó hace unos días a los periodistas en el Congreso.

Además, no hay dirigente, diputado o cargo del partido que no subraye, una y otra vez, el vasto conocimiento que tiene Arias Cañete de las instituciones europas y su capacidad negociadora en Bruselas, sin olvidar, aseguran todos, que le conoce todo el mundo en el ámbito europeo.

Encantado ha asegurado estar el exministro con su nuevo papel de candidato. Lo suyo, repite siempre, son las campañas y "patear" las calles y los pueblos.

Nacido en 1950, se licenció en Derecho por la Universidad Complutense y aprobó las oposiciones de abogado del Estado.

Dio el salto a la política en 1982 como diputado andaluz y miembro de la dirección de Alianza Popular.

En sus tres décadas como político, ha sido diputado autonómico andaluz y senador (1982-1986), parlamentario europeo (1986-1999) y concejal en el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (1994-1999), y ministro en dos ocasiones.

La primera fue en 2000 con el Gobierno de José María Aznar, quien -según ha confesado el propio Cañete- le sorprendió preparando el pleno del Ayuntamiento de Jerez cuando le llamó para anunciarle que le quería de ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación (2000).

Y la segunda fue cuando le nombró Mariano Rajoy titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

En esta etapa, se citan entre sus logros el acuerdo alcanzado en torno a la Política Agraria Común y un nuevo sistema de cuotas por buques a favor de una pesca más sostenible.

Los peros caen más del lado medioambiental, donde oposición y ONG conservacionistas señalan un abierto retroceso en la protección de la naturaleza, especialmente con reformas como la Ley de Costas o la de Parques Nacionales.

Y volviendo a sus pasiones privadas, consta que de su colección de coches clásicos siente especial predilección por el Morgan y el Austin Cooper; que es un buen "gourmet" de los productos mediterráneos, que acude al gimnasio y ha practicado deportes de riesgo.

Ha corrido cuatro veces las 24 horas de Le Mans y piensa hacerlo de nuevo cuando deje la vida pública. Además, a la hora de viajar, Marruecos es uno de sus destinos preferidos.

Miguel Arias Cañete está casado con Micaela Domecq, copropietaria de la explotación de toros de lidia extremeña Jandilla, tiene tres hijos y es el ministro del actual Gobierno con mayor patrimonio, algo mas de 1,7 millones de euros.