Ningún ''número uno'' de las diferentes listas que concurren a las elecciones europeas del 25 de mayo consigue el aprobado entre los ciudadanos y, mientras el candidato del PP, Miguel Arias Cañete, consigue un 4,11 sobre diez, la candidata socialista, Elena Valenciano, se queda en un 3,90.

Según la encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el candidato mejor valorado es Josep María Terricabras de ERC, de la coalición por el Derecho a Decidir, con un 4,46; seguido de Javier Nart, de Ciudadanos, que saca un 4,41 en valoración ciudadana.

En tercer lugar se sitúa el candidato de Coalición por Europa (CiU, PNV y CC), Ramón Tremosa, que obtiene un 4,36, y en cuarto y quinto puesto Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano.

A más distancia se sitúa el candidato de IU -que concurre en coalición con los Verdes y Anova-, Willy Meyer, que tiene una nota de 3,65, y Josu Juaristi de Los Pueblos Deciden -3,21-, mientras que Alejo Vidal Quadras, de VOX, se queda en un 2,96.

No obstante, el conocimiento ciudadano sobre los candidatos es más bien escaso y, de hecho, un 25,4 por ciento de los encuestados no conoce al candidato del PP, Miguel Arias Cañete, porcentaje que se eleva al 38,4 en el caso de Elena Valenciano, y al 76,3 en el caso de Willy Meyer, por debajo incluso de Alejo Vidal Quadras, hasta ahora eurodiputado del PP, y de Javier Nart, de Ciudadanos.

A partir de ahí, el grado de desconocimiento ciudadano del resto de candidatos supera el 85 por ciento.

Es más, sólo el 16,9 por ciento de los ciudadanos acierta le fecha exacta de los comicios europeos -el 25 de mayo-, un 31,7 sabe que son este mes de mayo pero se equivoca con el día, un 26 no acierta ni con el mes, y un 24 por ciento, no sabe o no contesta la pregunta.

Prueba de ello, es que el 76,5 por ciento reconoce que está siguiendo con "poco" o "ningún interés" las noticias relacionadas con las elecciones, y cerca de un 65 por ciento dice que está "poco" o "nada" informado de los asuntos comunitarios.

A la hora de decidir su voto, el 67,1 admite que pesará más la actual situación de la política nacional, y sólo un 10,6 los asuntos relacionados con la Unión Europea.

No obstante, son inmensa mayoría los que reconocen que las decisiones que se adoptan en la UE afectan a sus vidas.

Más del 80 por ciento cree que "mucho" o bastante" y sólo el 11 por ciento que "poco" o "nada".

Percepción que se repite con el Parlamento Europeo, considerado "muy" o "bastante importante" para el 67,8 por ciento.

Según la encuesta, los euroescépticos tienen su peso, aunque son menos que los que apoyan la instituciones comunitarias.

Un 33,5 por ciento de los españoles está "muy" o "bastante" a favor de la UE, frente a 9,5 que está "muy" o "bastante" en contra.

Y en esa misma línea se sitúa la opinión sobre los beneficios o perjuicios para España desde que entró en la UE en 1986.

Un 43,1 por ciento de los ciudadanos cree que España ha salido "más bien beneficiada" y un 30,5 por ciento que "más bien la ha perjudicado".

El relativo europeísmo se refleja cuando se les pregunta por sus sentimientos como ciudadano español y europeo.

Un 31,9 se siente tan europeo como español y un 8,2 por ciento más europeo, aunque son mayoría los que se sienten más españoles, el 50,7 por ciento.