Un ramo de rosas blancas, una bandera de España y el bastón de mando de la Diputación de León cubrieron el féretro de la presidenta de esta institución, Isabel Carrasco, una mujer "brava", como la definió ayer el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, un día después de ser asesinada a tiros. La Policía centró ayer las pesquisas en buscar el arma del crimen, una pistola de pequeño calibre, en el cauce del río Bernesga, donde la habrían tirado las dos detenidas, madre e hija, y presuntas asesinas de Carrasco, tres descerrajarle tres disparos la tarde del lunes.

La capilla ardiente de la también presidenta provincial del PP, había quedó instalada por la mañana en el salón de plenos de la Diputación de León. Por allí pasaron políticos de todo signo, sobre todo del PP, encabezados por el presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, pero también vecinos anónimos, unos 5.000, que acompañaron a Loreto, la única y desconsolada hija de Carrasco. A mediodía todos guardaron hasta diez minutos de sentido silencio.

Ya por la tarde tuvo lugar otro multitudinario acto, el funeral en la catedral, oficiado por el obispo de León, Julián López.

Ayer fueron enviadas a Madrid las pruebas de parafina de las detenidas por el crimen -María Montserrat González Fernández, de 55 años, al parecer autora de los disparos y su hija, Montserrat Triana Martínez González, de 35- para averiguar si alguna disparó un arma. Ninguna tiene licencia para ello.

La Policía mantiene como principal hipótesis para el asesinato la "venganza personal" por el despido de la institución provincial de Triana Martínez.

Ambas, esposa e hija de un inspector jefe de Policía de Astorga, Pablo Antonio Martínez, continúan detenidas en dependencias policiales separadas en la capital leonesa, donde "no están colaborando" en la investigación.

La Policía "peinó" hasta última hora de ayer sin resultado el cauce del río Bernesga en busca del arma del crimen al suponer que las sospechosas la lanzaron desde la pasarela donde lo cometieron.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró ayer que se ha abierto una investigación para determinar si fueran constitutivos de delitos algunos de los mensajes injuriosos vertidos en redes sociales tras el suceso.