El dirigente socialista Ramón Jáuregui planteó ayer que a finales de 2015 se disuelvan las Cortes para iniciar una reforma a fondo de la Constitución, en la que se excluiría el derecho a la autodeterminación y la singularidad de Cataluña tendría también como límite la solidaridad.

En una conferencia en el Círculo Ecuestre de Barcelona, Jáuregui apremió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para que antes de acabar este año presente un principio de reforma de la Constitución para poder disolver las Cortes a finales de 2015, ya que está convencido de que el "soufflé" soberanista no bajará en Cataluña solo con la recuperación económica y, si no se actúa pronto, "todo camina hacia el desastre".

El número 2 del PSOE para las elecciones europeas señaló que la reforma constitucional tendría que ser "inevitablemente agravada", a través del artículo 168 de la Carta Magna, por lo que se tendría que ratificar en referéndum, ya que incluiría desde el modelo territorial hasta la incorporación de derechos fundamentales aún no contemplados, como la sanidad, y aspectos como la reforma del Senado y la prevalencia en la sucesión de la Corona.

En el ámbito territorial, Jáuregui precisó que el modelo federal que plantean los socialistas incorporaría seis núcleos básicos de soberanía o soberanía compartida para Cataluña: la seguridad, la justicia, la administración local, la política lingüística, los derechos históricos y una financiación propia.

El dirigente socialista precisó que en la reforma de la Constitución que propugna su partido no se va a reconocer el derecho de autodeterminación, "porque ningún país serio reconoce en su Constitución abrir la puerta a su demolición". En este sentido, agregó que en su proyecto de Constitución federal establecerán "dos límites" a la "singularización" de Cataluña: la solidaridad y la soberanía.

"Cataluña no encontrará un mejor espacio que estar en Europa a través de una España federal", subrayó. A su juicio, la consulta soberanista planteada en Cataluña "fractura el país", obliga a los ciudadanos a "una definición política extrema" y sitúa a esta comunidad en un espacio de "inestabilidad geoestratégica económica y política brutal".