La exministra socialista Carme Chacón anunció ayer que renuncia a presentarse como candidata a la secretaría general del PSOE y que apoyará a los aspirantes que apoyen unas primarias abiertas "con fecha cierta" para elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, a las que sí concurrirá.

En una carta abierta a los militantes, Chacón aseguró que no contribuirá a "la ceremonia de la confusión" que supone, a su juicio, la consulta no vinculante abierta a todos los militantes propuesta por la dirección del partido para elegir secretario general.

"No seré candidata a ese proceso si es aprobado. No contribuiré a la ceremonia de confusión. Y me limitaré a apoyar a los candidatos o candidatas que se comprometan a la celebración de unas elecciones primarias abiertas con fecha cierta", alertó.

Para Chacón, la consulta no vinculante para elegir secretario general del PSOE que con toda probabilidad ratificará hoy la Ejecutiva Federal, es un "retroceso" con respecto a las elecciones primarias abiertas y no proporciona siquiera "garantías básicas".

"Evidencia el propósito de evitar nuevamente a toda costa las primarias abiertas que estaban aprobadas, reguladas y convocadas para sustituirlas por un sucedáneo confuso e improvisado y fraguado fuera de las reglas y los órganos legitimados del partido", denunció. A partir de ahí, Chacón se pondrá a trabajar para que se convoquen unas elecciones primarias en las que participen "los ciudadanos progresistas".

"Cuando sean convocadas concurriré a esas elecciones", anunció para añadir que esas primarias abiertas no son sólo cuestión de democracia sino "la única vía de recuperación del partido" que debe regresar a valores "de una izquierda comprometida con la igualdad y con vocación de Gobierno".

Chacón fue muy crítica con el secretario general a quien acusó de "enrocarse" y no dimitir a pesar de que los ciudadanos "volvieron la espalda" y el PSOE obtuvo "los peores resultados de su historia" en las elecciones europeas.

Lamentó que Rubalcaba dijera que carecía de legitimidad para pilotar unas primarias abiertas pese a estar aprobadas por el Congreso y dos días después propusiera "nada menos" que un cambio de estatutos para que los militantes votasen directamente al nuevo secretario general. "Los ciudadanos contemplan la situación con perplejidad. Los militantes, con desesperación", advirtió.