Los gobiernos de España y Portugal instaron ayer a la UE a trabajar "mejor y más rápido" en favor de una recuperación económica que ambos países lideran pero que no deja lugar a la "autocomplacencia". Este fue el principal mensaje que dejó la XXVII Cumbre Ibérica, celebrada en el municipio luso de Vidago y que reflejó la confianza de ambos países en haber dejado atrás lo peor de la grave crisis, que incluso llegó a afectar a unas relaciones comerciales bilaterales que ahora vuelven a crecer.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, presidieron una cita que congregó a seis ministros de cada país, a la que asistieron también los principales responsables de las patronales y que concluyó con la firma de tres acuerdos en materia de sanidad, interior y empleo.

Los dos líderes, en clara sintonía desde su llegada al poder en 2011 (miembros ambos del Partido Popular Europeo), se felicitaron mutuamente por haber cerrado con éxito sus programas de asistencia financiera, y coincidieron en apuntar a Europa como centro de sus demandas de cara al futuro más próximo. "La UE y todas sus instituciones pueden y deben hacer más, mejor y más rápido", subrayó en rueda de prensa Rajoy, quien insistió en que "no es momento para la autocomplacencia".

El dirigente español recordó que los dos países han superado "la dura recesión" y empiezan ahora "a crear empleo neto", algo clave dadas las altas tasas de paro. Los máximos responsables ejecutivos insistieron en que la península Ibérica "debe dejar de ser una isla"

Una de las principales novedades conocidas fue que ambos países acordaron presentar en el próximo Consejo Europeo una propuesta conjunta para instar a la creación de un verdadero mercado común de la energía, a la que también podría sumarse Polonia.

Según Passos Coelho, la propuesta exigirá a la UE "un mayor refuerzo de las conexiones", concretamente a través de la construcción de infraestructuras que faciliten el transporte.

El mandatario luso insistió en que tanto España como Portugal producen más energía de la que consumen y "ofrecen instalaciones adecuadas para almacenar gas".