Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron ayer con los votos favorables del PP y en contra del PSOE la reforma electoral planteada por los populares por la cual se reduce a 33 el número de diputados en la Cámara regional. Con esta ley, que ha llegado al Parlamento autonómico sin ninguna enmienda por parte de los grupos parlamentarios, cada provincia tendrá tres escaños fijos, mientras que el reparto de los restantes, en proporción a la población de cada provincia, no se conocerá hasta que aparezca especificado en el decreto de convocatoria de elecciones. De acuerdo a la población actual de Castilla-La Mancha, Toledo quedaría con 9, Ciudad Real con 8, Albacete con 6 y Cuenca y Guadalajara con cinco escaños cada una. Para aprobar esta reforma ha sido necesaria la reforma del Estatuto de la Comunidad Autónoma para reducir la horquilla de diputados que conforman las Cortes, pasando de un intervalo de entre 47 y 59 al de entre 25 y 35. La presidenta regional, María Dolores de Cospedal, tomó la palabra al acabar el debate parlamentario y aseguró que la ley es "justa, plural y representativa", y ha puesto en valor que "se da un paso histórico". Recordó que en la reforma electoral del año 1986 hubo un "consenso" de todos los grupos parlamentarios, algo que fue posible porque "en la oposición estaba el PP".