La Audiencia de Sevilla confirmó la decisión de la juez de los ERE, Mercedes Alaya, de no dividir la causa en piezas, una por cada ayuda investigada, medida que podría llevar a un "desorden procesal", a "contradicciones" y a elevar la causa al Tribunal Supremo "por goteo".

La Sección Séptima de la Audiencia, en un auto rechaza el recurso de la Fiscalía Anticorrupción, que había pedido separar la causa en piezas por razones de agilidad, pues se trata de una medida contra la que no cabía recurso y que no debió ser admitida a trámite.

No obstante, la Audiencia añade que, en la hipótesis dialéctica de que la decisión de Alaya fuese recurrible, el fiscal debería haber acompañado su propuesta de un proyecto de división, "por muy provisional que fuera" con una "valoración de las imputaciones, diseño de hechos, diseño de imputados y de conexiones y desconexiones subjetivas y objetivas".

Todo ello, para explicar por qué debe romperse "la regla general de enjuiciamiento conjunto de los delitos conexos".

Se trata de unas carencias que "no corresponde suplir a este tribunal", por lo que en el caso hipotético de que hubiera podido presentar recurso, "llegaríamos a la misma conclusión desestimatoria", dice la Audiencia.

Este respaldo de la Audiencia se produce cuando la juez va a enviar en breve al Tribunal Supremo la causa contra los aforados, entre ellos los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, trámite en el que Anticorrupción ha vuelto a pedir que lo haga sólo respecto a los aforados. Respecto a éstos , la Audiencia cree que el fiscal debería haber acudido a la fórmula de pedir al Tribunal Supremo que ordenase a la juez abstenerse.