El Gobierno de Mariano Rajoy no va a variar su posición ante la demanda de una consulta soberanista en Cataluña tras la movilización en la Diada porque, aunque respeta ese tipo de manifestaciones, considera que la Constitución que las ampara impide las pretensiones independentistas catalanas.

Un día después de que los partidos y organizaciones favorables a la consulta por la independencia se volcarán en las calles de Barcelona, el Ejecutivo central y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, han reiterado sus argumentos, mientras que partidos como el PSOE han redoblado su llamada a un diálogo entre ambas administraciones para buscar una salida.

El respeto a la masiva participación en las celebraciones de esa Diada convocadas por las organizaciones a favor de la independencia ha sido expresado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Pero tras subrayar que la Constitución es la que ampara ese derecho a manifestarse, ha precisado que ese mismo texto constitucional es el que establece los mecanismos para cambiar el sistema.