El Govern catalán decidió ayer suspender temporalmente la campaña institucional del 9N y presentar alegaciones contra la suspensión cautelar de la consulta por parte del Tribunal Constitucional, aunque el conseller de Presidencia, Francesc Homs, ha asegurado que "la partida continúa".

Tras la suspensión cautelar acordada por el Tribunal Constitucional (TC) de la ley de consultas y del decreto de convocatoria del 9N, el Govern ha adoptado medidas para que los preparativos de la consulta, entre ellos la campaña institucional, no acaben perjudicando a funcionario o ciudadano alguno.

Pero Homs ha querido dejar claro que el Govern "no pliega velas" y tiene la confianza de que el Constitucional acepte la petición de la Generalitat y levante la suspensión antes del 9 de noviembre, actuando con la misma "velocidad supersónica" con la que procedió ayer.

Además, ha dicho que el Govern cuenta con la suma de la "unidad política" y de la "movilización ciudadana", que se expresó ayer por la tarde con concentraciones en las plazas de los ayuntamientos de Cataluña.

"Estamos en un contexto en el que nada se ha terminado. Hay una situación procesal que no se pasa por alto pero la pretensión es continuar y haremos las cosas cumpliendo los compromisos adquiridos y ajustados al derecho", afirmó Homs en rueda de prensa.

Con el punto de mira fijado en el 9N, el conseller descartó elecciones anticipadas y explicó que, en cuestión de "dos o tres" días, el presidente catalán se verá de forma "bilateral o conjuntamente" con los líderes de las fuerzas proconsulta (CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP) para analizar la situación.

El conseller dijo que el Govern, a petición del presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha decidido tomar las medidas que se derivan de la decisión del TC para garantizar la "seguridad jurídica" en la actividad de los funcionarios, lo que incluye la suspensión "temporal y cautelar" de la campaña.

Miles de personas se manifestaron en Cataluña

Miles de personas se manifestaron en la tarde de ayer frente a ayuntamientos catalanes para protestar contra la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de suspender cautelarmente la ley de consultas y el decreto de convocatoria del referendo soberanista del 9 de noviembre. En la plaza de Sant Jaume de Barcelona se concentraron unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana, al grito de "queremos votar", para rechazar la suspensión del TC, una protesta que se ha producido simultáneamente en otras localidades catalanas. La concentración se desarrolló bajo una persistente lluvia y participaron dirigentes de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, y ha servido para iniciar la campaña a favor del "sí" a la independencia bajo el lema "Ara és l''hora" (Ahora es la hora), impulsada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Durante la concentración en la capital catalana, la actriz Sílvia Bel leyó un manifiesto unitario en apoyo al 9N, en el que criticó que "el Estado quiera hacer enmudecer al pueblo catalán".