La Asamblea Ciudadana de Podemos se cerró ayer después de poner en marcha un nuevo partido político, que todavía tiene casi todo por decidir, entre otras cosas si mantiene en el liderazgo a Pablo Iglesias, que advirtió que no es un "macho alfa" y que no dirigirá el proyecto si no gana su propuesta.

"Estos días hemos dado una lección de democracia. Hoy nace una nueva fuerza política para cambiar el país. Claro que podemos", exclamó Pablo Iglesias poco antes de que pusiera fin a esta especie de congreso fundacional con la canción L''estaca, de Lluis Llach, que han coreado los miles de simpatizantes que se congregaron en el Palacio de Vistalegre de Madrid.

La cifra de asistentes (más de 7.000, según la organización), sorprendió a los principales portavoces de Podemos, que califica de histórica esta asamblea porque puso los cimientos a un nuevo partido, en el que todas las decisiones las va a adoptar la ciudadanía.

En eso están de acuerdo todos los equipos, el de Iglesias, con su iniciativa "Claro que podemos", y el de Pablo Echenique, que fue el otro gran protagonista de la asamblea, junto a la también eurodiputada Teresa Rodríguez, firmando la propuesta "Sumando Podemos".

Rodríguez fue la que ayer respondió a Iglesias (que les invitó a echarse a un lado si pierden, como hará él mismo) y le dijo que "a Rajoy y a Sánchez no les gana un secretario general ni tres, les gana la gente".

No obstante, Echenique y Rodríguez insistieron en que el mejor líder para Podemos es Pablo Iglesias, quien para explicar por qué se apartará de la dirección si no triunfa su modelo de partido llegó a afirmar: "No soy imprescindible, soy un militante, no un macho alfa".