Los partidos de la oposición han considerado insuficiente la petición de perdón del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por los casos de corrupción que afectan al PP, en una jornada en la que el jefe del Ejecutivo reclamó al PSOE que también asuma su responsabilidad por casos como el de los ERE.
La comparecencia del presidente del Gobierno ayer en el Congreso por la última cumbre europea sirvió para que la oposición forzara un debate sobre la corrupción, en el que hubo duros cruces de reproches.
Comenzó el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que acusó a Rajoy de estar "asediado" por la corrupción.
Le exigió que, además de pedir perdón, sea "contundente e implacable" con los casos que afectan a su partido y diera explicaciones en un pleno monográfico, cuya convocatoria debatirá hoy la Junta de Portavoces de la Cámara baja.
"Usted está asediado por la corrupción", le recriminó Sánchez, quien añadió, ante la proliferación de exdirigentes del PP imputados: "Lo suyo no es el caso de una única y exclusiva manzana podrida".
Advirtió de que "la corrupción es veneno para la democracia" y "lo que prueba la voluntad de extirparla" es si se es firme o no en su combate.
En su réplica, Rajoy aseguró que no le gustaría caer en el "y tú más", aunque a renglón seguido recordó a Sánchez que, mientras él pide perdón, el líder del PSOE mantiene en su puesto a dos expresidentes del partido, Manuel Chaves y Juan Antonio Griñán, "preimputados" por los ERE.
"¿Usted va a pedir perdón? Porque yo lo he hecho. ¿Usted va a dar explicaciones? Porque yo lo he hecho. Habla de examen de conciencia. Haga el examen de conciencia de los ERE, y diga si es verdad que Susana Díaz no le deja tomar decisiones en este tema. ¿Sí o no?", ironizó.
Más allá del "cara a cara" entre Rajoy y Sánchez, el resto de grupos de la oposición también arremetieron contra el presidente del Gobierno por la última oleada de escándalos.
Desde la Izquierda Plural, Cayo Lara le pidió a Rajoy que dimita y convoque elecciones, no sin antes dar explicaciones en el Congreso.