La publicación ayer en el Portal de la Transparencia de los sueldos de los altos cargos de la Administración General del Estado ha abierto un debate en la clase política sobre el hecho de que un buen número de cargos públicos cobre más que el presidente del Gobierno.

El primero en hacer ese planteamiento ha sido el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, convencido de que los que cobran más que el presidente del Gobierno -éste, 78.185,04 euros al año- deberían bajarse el sueldo.

"No podemos tener altos cargos que, cuando van por la calle, nadie les conoce y tengan un sueldo más alto que el presidente del Gobierno", ha sentenciado el líder de la oposición, quien se ha comprometido a "reorganizar" esos salarios si accede al Gobierno.

Pero Pedro Sánchez no ha sido el único en pronunciarse en ese sentido, pues desde las filas del PP, en el Congreso e incluso en el Gobierno, se ha subrayado, con diferentes niveles de intensidad, la conveniencia de replantear ese sistema retributivo.

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha tachado de disparate que el jefe del Ejecutivo y los ministros ganen menos que sus subordinados.

El origen de esa situación lo ha ubicado en los años 90, cuando el Parlamento legisló para actualizar los sueldos de los secretarios de Estado, pero se decidió posponer esa medida para los del presidente y los miembros del Gabinete.

La solución que ha planteado es la opuesta a la apuntada por Pedro Sánchez: aparcar "la demagogia" y subir los salarios de los integrantes del Ejecutivo a niveles "razonables".

En una línea parecida, aunque con menos contundencia, se ha expresado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

En su opinión, es "poco razonable" que Mariano Rajoy gane menos que un secretario de Estado y sería conveniente "poner un poco de orden en estas cosas".

No obstante, ha reconocido que no son buenos tiempos para pedir una subida del sueldo de los políticos y tampoco cree que la solución sea bajar la de los segundos niveles de la administración.

Otra de las que cobran menos que sus subordinados es la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha ofrecido una explicación a esa diferencia en las retribuciones: los miembros del Consejo de Ministros tienen doce pagas y los segundos niveles catorce.

En cualquier caso, ha dejado claro que no lo considera un problema: "Yo no me quejo; además, con el ritmo de trabajo que llevamos tampoco tenemos mucho tiempo para gastar".

También el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, ha defendido reformar la tabla salarial y hacerla "algo más racional", desde la convicción de que los sueldos de los servidores públicos "son muy austeros, más bien bajos".

Por ello, es otro de los partidarios de que, en lugar de bajar el sueldo de los secretarios de Estado, se suba el de los miembros del Gobierno y el de su presidente, que gana menos que el del Congreso, algo que el propio Posada no ve "justo".

Procede revisar los sueldos, pero ahora "no toca", es el mensaje del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien ha advertido de que la situación que atraviesan las familias españolas aconseja aparcar el debate.

Sobre el asunto se ha pronunciado la delegada del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, Teresa Pedrosa, que tiene uno de los sueldos más elevados de la administración y que ha coincidido en que no es normal que sea mayor que el de Mariano Rajoy.

"Mi opinión personal es que no debe ganar más la delegada de Zona Franca que el presidente del Gobierno, cuya responsabilidad es superior", ha dicho.

En el arco parlamentario, UPyD ha reclamado de nuevo una ordenación de los salarios públicos, y el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha dicho que le parece "bien" que exista ese sistema y que el Gobierno "sabrá el porqué" del mismo.

Tanto Duran como el diputado de ICV Joan Coscubiela han advertido de que, en cualquier caso, ese no es el principal problema del país.