La presidenta de la Junta, Susana Díaz, convocó ayer oficialmente las elecciones andaluzas para el 22 de marzo, argumentando que no estaba dispuesta a gobernar "sin garantía de estabilidad", una decisión que PP y su hasta ayer socio en el Ejecutivo, IU, achacan a motivos partidistas.

Pasadas las 14:00 horas, la presidenta de la Junta confirmó en rueda de prensa en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, el anuncio que hizo el domingo a sus socios de IU en el Gobierno de que disolvería ayer el Parlamento andaluz y convocaría elecciones anticipadas.

Tras una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno y asistir previamente al último pleno de la legislatura del Parlamento, Díaz dijo que tomó la decisión "con la absoluta convicción de que tenemos que dar la palabra al conjunto de los ciudadanos" debido a que ha habido un "giro radical" de la dirección nacional de IU.

Díaz, que tildó de "impecablemente democrática" su decisión, manifestó además que IU no le ha garantizado en los últimos días que la estabilidad del Ejecutivo fuese a estar "garantizada" en el año que queda de legislatura "y, a ese precio", no estaba "dispuesta" a gobernar, precisó.

A los decretos de disolución de la Cámara y la convocatoria de las elecciones, la presidenta de la Junta añadió otro por el que destituye a los consejeros de IU -Diego Valderas, Rafael Rodríguez y Elena Cortés-, de forma que las competencias que ostentaban pasan a partir de ahora a otras consejerías en manos de los socialistas.

Agradeció a estos consejeros de IU su "entrega y trabajo" en unos "momentos muy complicados", especialmente al vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, a quien le transmitió "personalmente" su agradecimiento por el trabajo que ha realizado.

Especialmente duro fue el coordinador general de IU Andalucía, Antonio Maíllo, quien aseguró horas después de la convocatoria electoral que Díaz "no es de fiar" y que el PSOE "cuando puede te la juega", al tiempo que acusó a la presidenta de "inventarse las causas" para justificar el adelantamiento.

Maíllo afirmó que Díaz "no quería estabilidad, quería parálisis" y que su grupo no se la ha dado porque no son "sumisos", y acusó a la presidenta andaluza de "inventarse las causas para justificar el adelanto" y ofrecer argumentos "tremendamente débiles".

Desde las filas del PP, su presidente regional, Juanma Moreno, denunció en rueda de prensa que el anticipo electoral responde a su "fracaso" en la gestión, al "colapso" en el Gobierno andaluz y a sus "intereses" políticos personales.

Sostuvo que Díaz ha convocado elecciones por los "líos permanentes" en los que ha estado su gobierno, un modelo "colapsado y fracasado" que lleva meses "paralizado".

El coordinador federal de IU, Caya Lara, calificó de "irresponsable" la decisión de Díaz y aseguró que lo ha hecho pensando únicamente en su "interés personal" y basándose en "cálculos electoralistas".