El Consejo de Ministros analiza hoy el plan contra la radicalización, un conjunto de medidas que el Gobierno quiere poner en marcha para hacer frente a ese fenómeno y prevenirlo desde un enfoque multidisciplinar, con la implicación de diversos actores e instituciones públicas.

Como ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, su departamento lleva este plan a la mesa del Consejo después de haber trabajado en él durante un tiempo con el objetivo de que España cuente con las medidas adecuadas para hacer frente a ese proceso de radicalización.

Se trata, según Fernández Díaz, de desarrollar una "contranarrativa" al relato del yihadismo para que facilite la ruptura de la cadena de transmisión de esa doctrina radical.

Un plan que se enmarca en las acciones que se están llevando a cabo contra el terrorismo yihadista y que se complementará, además, con las medidas que se incluyan en el pacto que Gobierno y PP están negociando con los grupos parlamentarios y que después se incorporarán al Código Penal.

Este plan incluirá acciones en el terreno educativo y permitirá detectar focos de yihadismo.

La iniciativa implicará a distintos actores sociales, representantes de diferentes asociaciones o víctimas del terrorismo, con el objetivo, según indicaron hace un tiempo fuentes de Interior, de difundir mensajes de convivencia y moderación para evitar la creación de focos radicales y contrarrestar la "narrativa" de los violentos.