Un grupo de asociaciones bereberes marroquíes han enviado hoy por correo una carta al rey Felipe VI de España para pedir "reparaciones por los perjuicios pasados o presentes causados por la guerra química" emprendida por España en la cordillera del Rif entre 1921 y 1927.

Según dijo hoy a Efe Rachid Raha, presidente de la llamada Asamblea Mundial Amazigh, la redacción de la carta es consecuencia del coloquio celebrado por varias asociaciones bereberes el pasado sábado en Nador (norte de Marruecos) sobre "La guerra química contra el Rif y sus consecuencias en la salud de los ciudadanos".

Raha asegura que un 80% de los casos de cáncer tratados actualmente en el Hospital Avicenas de Rabat (el mayor del país) proceden de la región del Rif, y supuestamente han heredado problemas sanitarios derivados de los gases usados en aquella guerra, que las asociaciones identifican como gas mostaza, fosgeno, disfosgeno y cloropicrina.

Las asociaciones bereberes firmantes consideran que España tiene "una deuda histórica con el Rif" y, por ello, dicen al monarca que no puede "quedarse insensible ante la injusticia, la violación de los derechos más elementales y los perjuicios sufridos por las poblaciones civiles sin defensa".

El tono de la carta propone "un arreglo amistoso" que pase por varias acciones por parte de España: moralmente, pide el reconocimiento oficial de la responsabilidad del Estado español en las consecuencias sufridas por los civiles, así como organizar actos de reconciliación y solidaridad y revisar la historiografía española en ese sentido.

En el terreno práctico, propone que España lleve a cabo "compensaciones económicas individuales" y también colectivas, así como dotar a los hospitales de la región del Rif de unidades de oncología y apoye a las asociaciones que investigan aquel periodo histórico.

España mantuvo un protectorado en el norte de Marruecos entre 1912 y 1956 y en los años veinte, se enfrentó a la rebelión rifeña encabezada por el caudillo Abdelkrim al Jatabi, que fue sofocada mediante una operación militar hispano-francesa.

Aunque algunos grupos políticos han tratado de llevar el tema al Parlamento marroquí, nunca han logrado consenso suficiente y por ello no se ha convertido en un caso de política bilateral.