El PSOE ganó con Susana Díaz las elecciones andaluzas de ayer con 47 escaños (35,4% de los votos), los mismos que obtuvo en 2012, aunque se queda a ocho de la mayoría absoluta y necesitará pactar con Podemos o Ciudadanos para tener un gobierno estable. El PP se hunde hasta los 33 escaños (26,7%), 17 menos que en las pasadas autonómicas y el peor resultado en 25 años, mientras que Podemos, en su estreno en Andalucía, entra en el Parlamento con 15 diputados (14,8%), con el 99% escrutado.

Otras dos formaciones completarán el hemiciclo, compuesto por 109 parlamentarios. Ciudadanos, que se presentaba también por primera vez, logró 9 escaños (9,2%), mientras que IU obtiene su peor resultado histórico y se reduce casi a la tercera parte de su representación actual, con cinco parlamentarios (6,8%).

Susana Díaz logró repetir el resultado de su antecesor, José Antonio Griñán, con la diferencia de que este perdió ante el PP y ella supera ampliamente ahora a los populares. Pero si Díaz quiere estabilidad, que es la razón por la que convocó estas autonómicas, necesitará pactar con una o dos formaciones más.

El Parlamento andaluz se constituirá el próximo 16 de abril. Díaz podrá ser presidenta por mayoría simple, como fija el Reglamento legislativo autonómico: si transcurridos dos meses desde las votaciones y ningún candidato suma mayoría absoluta, quedará designado el más votado por mayoría simple. En este caso, la candidata socialista, que podrá ser presidenta a finales de junio.

Los de ayer eran los primeros comicios en los que se ponía en juego la hegemonía del bipartidismo. PSOE y PP han alcanzado y superado tradicionalmente el 80% de escaños del Parlamento y esta vez absorben el 73% del total, pese al desgaste de los populares y la irrupción de Podemos y C''s.

El PSOE ganó en todas las circunscripciones salvo en Almería, donde volvió a ganar el PP, aunque con un estrecho margen de tres décimas (36% frente a 33%), cuando en 2012 los populares alcanzaron el 51% de los votos sobre el 35% del PSOE.

El PP ha perdido con respecto a 2012 las provincias de Málaga, Granada, Córdoba y Cádiz, recuperadas por los socialistas. El margen mayor se ha dado en Sevilla, donde el PSOE suma el 38% de los votos frente al 21% del PP. También logró un amplio margen en Huelva (41% frente al 26%) y en Jaén (42% sobre el 29%).

Los socialistas mantienen los 47 escaños de hace tres años, con dos únicas variaciones: ganan un escaño en Almería y pierden uno en Granada, mientras mantienen la representación en el resto.

El Partido Popular ha perdido sin embargo escaños en todas las provincias, porque el batacazo ha sido generalizado: se ha dejado tres diputados en Cádiz, Sevilla y Málaga, dos en Granada, Almería y Huelva y uno en Jaén y Córdoba. Los ''populares'', con el peor resultado en 25 años, han vuelto a mantener únicamente la provincia de Almería, en la que iba como número cuatro precisamente Javier Arenas.