La consulta de Unió de hoy marcará un antes y un después en el futuro de CiU, que está en jaque como marca electoral de cara al 27 de septiembre por la división dentro de UDC y la opción de Artur Mas de articular una lista transversal con unas siglas alternativas a la de la federación.

Mas tendrá un ojo en la consulta interna de Unió sobre su posición en el proceso soberanista, particularmente para observar cómo la ejecutiva capitaneada por Josep Antoni Duran Lleida gestiona el 15 de junio el resultado de las urnas.

Pero el tiempo apremia y, a tres meses de las elecciones del 27S, el president tiene también sobre la mesa el proyecto de una lista independentista, con una marca nueva, en la que entrarían independientes, miembros de CDC, de otros partidos soberanistas -salvo ERC, que iría por separado- y, a ser posible, también de UDC.

Fuentes de la federación consultadas dan por hecho, en todo caso, que el 27S CiU ya no concurrirá en el formato tradicional indistintamente del desenlace de la consulta de mañana de UDC, porque están convencidas de que Mas mantendrá su compromiso de formar una candidatura por el "sí" a la independencia, y ese concepto ni tan solo figura en la pregunta de la consulta democristiana.

Poco más de 4.000 militantes de UDC están llamados hoy a las urnas para avalar la pregunta de la dirección, que interroga a los votantes si quieren seguir en el proceso soberanista con el objetivo de la "plena soberanía" de Cataluña y bajo criterios de seguridad jurídica y el diálogo con el Estado, excluyendo la declaración unilateral de independencia y cualquier escenario fuera de la UE.

La cúpula del partido -Josep Antoni Duran Lleida, Ramon Espadaler, Joana Ortega y Josep Maria Pelegrí- han dicho que votarán "sí", pero el sector independentista pide el no.