La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha lanzado hoy un guiño al empresariado madrileño al anunciar la puesta en marcha de cuatro mesas de trabajo con la CEIM encaminadas a crear empleo en la capital, puesto que ha dicho "tener muy claro" que hay que conseguir empleo y que este "lo producen las empresas".

Carmena ha protagonizado hoy en el hotel Ritz de Madrid su primer desayuno informativo como alcaldesa, al que han asistido, entre otros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la delegada de Gobierno, Concepción Dancausa, y los alcaldes de Zaragoza y Valencia, Pedro Santisteve y Joan Ribó, respectivamente.

Ante los empresarios, entre los que se encontraban Esther y Alicia Koplowitz (FCC), Enrique Cerezo, el presidente de CEIM Juan Pablo Lázaro y el expresidente de la entidad Arturo Fernández, Carmena ha anunciado la creación de cuatro mesas de trabajo para mejorar el empleo y ha dicho que espera seguir con sus entrevistas con empresarios.

Esas mesas de trabajo abordarán la formación dual en las pymes, la agilización de las licencias municipales (se ha comprometido a otorgarlas en un plazo de tres semanas), la situación del comercio y el impulso de la rehabilitación de viviendas.

Y buscará también una "tormenta de ideas" para "relanzar" el turismo de la capital donde, al contrario de lo que sucederá en Barcelona, no va a haber "ninguna moratoria" para este sector.

Pero a empresarios y público en general les ha pedido paciencia para resolver la situación de los planes urbanísticos aprobados por el anterior equipo de Gobierno, como la Operación Chamartín (prevé la construcción de unas 18.000 viviendas en la zona norte de la capital) o la de Canalejas (consistente en crear un centro comercial y hoteles en pleno centro).

"Déjenme mirar, déjenme verlo, no hay paralización ninguna", se ha quejado la alcaldesa, segura de que los proyectos van a una tener "salida" que quizás -ha dicho- no es "la inicial" pero podría ser "mejor".

También ha anunciado Carmena que ya hay abierto un "camino de colaboración" con varias entidades bancarias para evitar que los ciudadanos que vayan a ser desahuciados se queden en la calle, de manera que se cree una oficina de coordinación para llegar a acuerdos con los bancos o buscar a las familias otra residencia.

Y ha citado lo "duro" que le resulta ver cómo ya ha habido una veintena de desahucios de familias que ocupaban las viviendas sociales que el anterior equipo de Gobierno vendió a fondos de inversión privados, con unos contratos que ahora son "difíciles de resolver".