El exconsejero madrileño Francisco Granados y su socio David Marjaliza, los dos cabecillas de la trama Púnica, abrieron dos cuentas en Suiza con 250.000 euros cada una, con las que compraban y vendían acciones, obteniendo importantes beneficios, valiéndose para ello de "información privilegiada".

Así consta en la querella que presentó la Fiscalía Anticorrupción ante la Audiencia Nacional contenida en el sumario del caso, al que ha tenido acceso Efe, y que apunta a que ambos socios consiguieron "cantidades muy importantes" gracias a estas operaciones irregulares.

Según relata la querella, fruto de la investigación de Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), en julio de 2005 ambos socios abrieron una "subcuenta" en el marco de la cuenta que cada uno ya tenía en una entidad bancaria suiza.

Allí ingresaron 250.000 euros cada uno y comenzaron a comprar y vender acciones "casi idénticas" con las que obtuvieron importantes beneficios "no concretados todavía" en la investigación.

No obstante, por el volumen de las transacciones y la forma de actuación, la Fiscalía ve claros indicios de que Granados y Marjaliza disponían de información privilegiada.

La querella apunta también a que era Marjaliza quien compraba y vendía las acciones en nombre de Granados, gracias a un poder que le había otorgado el segundo a su socio.

Otro de los negocios investigados es el Centro de Atención a Mayores Nuestra Señora del Rosario de Valdemoro, localidad madrileña de la fue alcalde Granados.

El ayuntamiento de la localidad adjudicó la gestión de la residencia a una empresa de Marjaliza, que entre 2008 y 2013 facturó al consistorio casi 12 millones de euros.

Apunta el informe que con este contrato Marjaliza consiguió diversificar sus actividades hacia otro sector en un momento de fuerte crisis inmobiliaria, conservando su principal fuente de ingresos, que era el Ayuntamiento de Valdemoro.

Para ello fue "presumiblemente favorecido por las personas que actualmente tienen el poder de decisión en el mismo", añade.

No son las únicas empresas relacionadas con la trama que se favorecieron de los contratos de este ayuntamiento madrileño.

Waiter Music, dedicada a la organización de eventos, también facturó cantidades que oscilan entre los 744.000 y los 1,6 millones de euros anuales entre 2004 y 2010 gracias a la mediación de la trama Púnica, encabezada por Granados y Marjaliza.