El incendio forestal de la Sierra de Gata cacereña llega a su tercer día sin control, avivado por el fuerte viento, lo que ha obligado a desalojar esta madrugada a unas mil personas de la población de Hoyos y a la llegada de más medios materiales y humanos para apoyar los trabajos de extinción.

Las más de 5.000 hectáreas quemadas, según el último balance, de ayer por la mañana, superan ampliamente las 3.982 hectáreas que ardieron durante todo el año pasado en Extremadura e igualan la cifra de 2013.

Los responsables del Plan Infoex han advertido de las dificultades de la extinción debido a las condiciones climatológicas (especialmente la intensidad del viento y la condensación del humo), los peligrosos accesos a las llamas y la escasa visibilidad.

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la desalojada Hoyos (Cáceres) ha sido precisamente la localidad extremeña que ha registrado esta madrugada la racha de viento más alta, 69 kilómetros hora, y una media de 41.

Esta situación ha provocado que a lo largo de la mañana se hayan incorporado a las tareas de extinción nuevos efectivos del Ministerio de Medio Ambiente, que tiene ya 16 medios aéreos trabajando en la zona, la Unidad Militar de Emergencia (UME), de las administraciones autonómicas de Andalucía y Castilla y León, de Portugal y de la Diputación de Badajoz.

El director de Comunicación de Cruz Roja Extremadura, Jesús López Santana, ha reconocido a Efe que la noche ha sido "muy complicada", ya que la virulencia del viento ha obligado a los vecinos de Hoyos a marcharse de sus casas, con lo que son ya tres las poblaciones desalojadas, unas 2.400 personas en total.

Aunque en un principio se habilitó un espacio alternativo en Coria, que usaron entre 15 y 20 personas, por cuestiones operativas se ha concentrado a todos los desplazados en un mismo escenario y por eso se ha puesto en marcha un cuarto albergue en Moraleja, en este caso en su pedanía de Vegaviana.

Los 24 ancianos de la residencia de mayores Hoyos han sido internados en el Hospital de Coria, donde, a petición del Servicio Extremeño de Salud (SES), Cruz Roja ha reforzado la plantilla con cuatro auxiliares de enfermería.

Un centenar de miembros de Cruz Roja están trabajando en la zona, de Extremadura, las dos castillas y Andalucía.

Durante la noche han estado trabajado en las labores de extinción del fuego 167 miembros del Plan Infoex, apoyados por 88 militares de la UME, doce miembros de la Guardia Civil y otras 20 personas dependientes de la Diputación de Cáceres.

A primera hora de la mañana cuatro aviones estaban descargando agua justo al lado del núcleo urbano de Hoyos, donde se han quemado dos casas y el terreno rústico situado junto a la carretera EX-205, en dirección a Valverde del Fresno, según ha comprobado Efe.

Al pueblo, completamente tapado por el humo, han llegado algunos vecinos y por sus calles había muchos bomberos y miembros de la UME.

Cinco carreteras continúan cortadas en la zona: la autonómica EX-205 y las locales CC 32.1, CC 4.1, la CC 4.2 y la CC 7.2.

La Guardia Civil sí ha abierto hoy al tráfico la carretera CL-526, que une las provincias de Cáceres y Salamanca, que permanecía cortada debido al incendio.

Ciudadanos ha anunciado que solicitará al Gobierno de la nación que se declare a la Sierra de Gata como "zona catastrófica" debido a los daños medioambientales y las repercusiones económicas del incendio.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que asiste a esta hora a la reunión del Mando Único del Plan Infoex, ha lanzando un mensaje de esperanza: "ahora lo vemos todo negro pero las cosas volverán a ser en color en la Sierra de Gata, os lo aseguro. Mucho ánimo".