El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado firme este miércoles en que no negociará ningún tipo de mecanismo encaminado a quebrar "la unidad de España". "Es evidente que mientras yo sea presidente del Gobierno no voy a hablar de la liquidación de la soberanía nacional", ha zanjado.

En una visita al ayuntamiento ourensano de Celanova, tras recorrer una parte de las obras de entrada del AVE en Galicia, el mandatario se ha expresado en estos términos al ser preguntado por los periodistas sobre el proceso catalán y sobre la posibilidad de reformar la Constitución para modificar el estatus de Cataluña.

Consciente de que modificar la Carta Magna es un asunto "complejo y delicado", ha puntualizado que antes de iniciar esa vía hay que "saber qué se quiere hacer" para, posteriormente, buscar "el máximo consenso". Precisamente por ello, ha pospuesto cualquier movimiento en este sentido hasta la próxima legislatura, pues el final de un mandato no es, a su juicio, el momento propicio para lograr grandes acuerdos.

Y a la tensión propia del momento preelectoral, que de por sí dificultaría la búsqueda de pactos, ha sumado Rajoy el hecho de que "en Cataluña hay quien está planteando, y no desde un partido político, sino desde la Generalitat, la liquidación del principio básico de la Constitución", que es "la unidad de España y la soberanía nacional".

"No voy a aceptar que se ponga en tela de juicio la unidad de España", ha enfatizado el máximo mandatario estatal, tras recalcar que "lo que sea España lo decidirán todos los españoles y no una parte de ellos". "A partir de ahí, se puede hablar", ha manifestado al ser cuestionado en concreto sobre la visión del diputado (UDC) Josep Antoni Duran i Lleida sobre que la "solución" para Cataluña pasa por incluir "una disposición adicional que reconozca la identidad" de su comunidad.

"HAY COSAS QUE MI PARTIDO NO VA A ACEPTAR"

Sin dejar de advertir que cualquier eventual reforma constitucional no se abriría hasta la próxima legislatura, Rajoy ha dejado claro que "hay cosas" que su partido, el PP, "no va a aceptar nunca". En concreto, ha citado la ruptura de "la soberanía nacional", de "la igualdad entre todos los españoles", de "la libertad y los derechos fundamentales" y de "la solidaridad entre ciudadanos".

"De esos principios no nos vamos a mover", ha incidido, pues son --ha dicho-- "principios clásicos" del constitucionalismo español que están vigentes también "en la inmensa mayoría" de los países de la Unión Europea.

Por tanto, ha concluido que "quien quiera hablar" de la ruptura de España "desde luego" no podrá hacerlo con él. "De lo demás se puede hablar, pero estos temas corresponden al 100% de los españoles y no sólo a unos pocos", ha resuelto, y ha declinado pronunciarse sobre los "comentarios" del líder del PSOE, Pedro Sánchez, sobre que el PP no podrá pilotar la reforma de la Constitución.