El presidente del Principado, Javier Fernández, ha asegurado hoy que el jurado del Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2015 ha tenido razones más que suficientes para otorgar este galardón a la Orden Hospitalaria de San de Dios por el trabajo solidario que desarrolla ante las crisis migratorias o del ébola.

El jefe del Ejecutivo asturiano, que ha presidido el jurado que ha concedido el galardón a esta institución secular española con presencia en todo el mundo, ha incidido en que se trata sin duda de una organización que coincide con lo que hoy es una prioridad de la sociedad española y también europea.

Según Fernández, aunque sea una hermandad que cuenta con cinco siglos de existencia, "hoy está dedicada a cubrir ese flanco de la solidaridad que tanto importa en este momento, sobre todo en países que están azotados por problemas de carácter migratorio o enfermedades como el ébola.

El presidente del Parlamento asturiano, Pedro Sanjurjo, también ha asegurado que el jurado ha acertado al reconocer la labor fundamental de esta institución que atiende a los enfermos y personas que más lo necesitan o que sufren la persecución y los efectos que se derivan de los desastres bélicos.

La empresaria Alicia Koplowitz, que también ha formado parte de este jurado, integrado por los patronos de la Fundación Princesa de Asturias, ha asegurado estar muy satisfecha con el fallo de este premio, en el que la Orden Hospitalaria de San Juan se impuso por amplia mayoría al otro finalista, la Federación de Donantes de Sangre.

Según Koplowitz, la decisión no fue difícil a la hora de reconocer a la hermandad española con presencia en más de 50 países en los que "hace una labor absolutamente magnífica".

El presidente de la patronal asturiana, Pedro Luis Fernández Pérez, ha destacado el "debate apasionante e interesantísimo" que se dio desde ayer en el jurado a la hora de decidir entre los 27 candidatos de 26 países que optaban al premio y los méritos de la institución finalmente galardonada.

De hecho, ha señalado que la solidaridad y compromiso de esta orden religiosa se aprecia en crisis como la del ébola, en la que "ponen riesgo su propia salud para salvar el bien más preciado de otros como es su salud".

El presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte, ha asegurado que en este galardón se encuentran los "mejores valores que están detrás de los premios".

Según Rodríguez Inciarte, a la hora de fallar, el jurado ha tenido en cuenta tanto una larga tradición histórica de siglos, como su labor en momentos actuales frente a las crisis migratorias, el apoyo a los emigrantes y personas desfavorecidas y en riesgo de exclusión social.

Esta orden católica fundada en Granada en 1593 tiene en la actualidad 350 centros distribuidos en 53 países de los cinco continentes, cuenta con más de mil hermanos, más de 55.000 profesionales y 9.000 voluntarios que dan atención a más de 27 millones de personas cada año en los ámbitos hospitalario, geriátrico o social, entre otros.