El expresidente del Gobierno Felipe González afirma que "estoy a favor de una reforma que reconozca a Catalunya como nación".

González, en una entrevista con La Vanguardia, niega que en la carta que publicó esta semana en el diario El País quisiera decir que Cataluña está en vísperas del fascismo. "No era mi intención", revela el que fuera presidente del Gobierno entre 1982 y 1996.

Estima que "la pluralidad catalana ha disminuido, se ha achicado, hay mucha gente que calla" y considera que la reforma del Tribunal Constitucional que impulsa el PP "es una barbaridad".

Preguntado si comparte la afirmación del que fuera su vicepresidente Alfonso Guerra de que desde esa comunidad autónoma se está impulsando "un golpe de Estado a cámara lenta", González responde que "hay que tener mucho cuidado con las palabras. Yo no diría que estamos ante un golpe de Estado en ciernes. Y tampoco compararía a España con la Alemania comunista, tal y como ha hecho algún alto cargo de la Generalitat".

"Me parece un disparate monumental. Hay que cuidar las palabras", agrega.

Declara que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, le comentó hace unos meses que él no se saldría de la legalidad. "Pues ya lo ha hecho y me parece muy grave", opina González.

"Mas no ejerce hoy como presidente de todos los catalanes y mucho menos como primer representante del Estado en Catalunya", dice el expresidente, que añade que "si no se respetan las reglas se pierde legitimidad democrática. Es importante que los catalanes reflexionen sobre esto".

Explica que "yo no nunca he sido nacionalista. Me preocupa la espiral de autojustificación y alimentación mutua que se está provocando entre el nacionalismo catalán y el nacionalismo español".

Preguntado si hay posibilidades de llegar a un acuerdo, Felipe González responde que "sí. Creo que sí la hay. No lo hallaremos de inmediato, pero lo puede haber. Creo que la mayoría de la gente en España, también en Cataluña, quiere el diálogo. Hay que buscar una solución reformista en un país, no lo olvidemos, de tradición liquidacionista".

Se muestra de acuerdo con la propuesta de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, antiguo dirigente y diputado del PP, en la que se contempla la aprobación de una disposición adicional en la Constitución que reconozca a Cataluña como "realidad nacional".

"La cuestión de la identidad fundamentalmente está ligada a la lengua y a la cultura. Eso es inexorable. Deberían ser realidades intocables. Pero hay que ir más allá", considera González.

Añade que "yo propongo un pacto sobre España. Reformas para una nueva etapa, no solo para el encaje de Catalunya".

"Necesitamos una reforma de la Constitución sin miedo a consultar a la gente", declara González que dice abogar por la "España diversa".

También es preguntado por la situación del expresidente catalán Jordi Pujol. "Lo que le ha pasado a Jordi Pujol me produce mucha tristeza. No estoy dispuesto a deslizarme por esa infame demagogia de montarse encima del que se cae para parecer más alto", responde.