El refugiado sirio Osama Abdul Mohsen, que se dio a conocer al ser agredido por la periodista húngara Petra Laszlo, ha llegado pasada la medianoche a la estación de Atocha para comenzar una nueva vida trabajando en la Escuela nacional de entrenadores de fútbol (CENAFE) en la localidad madrileña de Getafe.

Osama Abdul Mohsen ha viajado a Madrid desde Múnich acompañado de su hijo Zaid, de 7 años, y de otro hijo de 18 años, que se unió a ellos en Alemania, adonde había llegado huyendo solo, también como refugiado, desde Turquía y pasando antes por Italia.

Con la familia siria ha viajado el joven Mohamed Labruouzi, alumno de CENAFE, de origen marroquí y vecino del municipio madrileño de Parla, que ha hecho las veces de traductor y acompañante del grupo de refugiados y que, a la llegada a la estación madrileña, portaba sobre los hombros al pequeño Zaid, visiblemente fatigado por el largo viaje.

Osama Abdul y su familia han sido recibidos por la alcaldesa de Getafe y secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández; por la concejala de Cultura y Cooperación del municipio, Raquel Alcázar; por el concejal de Deportes, Javier Santos y por el presidente de CENAFE y promotor de esta iniciativa solidaria, Miguel Ángel Galán.

El refugiado sirio ha hablado en inglés para agradecer continuamente la acogida y la oportunidad que le dan los españoles y los madrileños y para decir que hoy ha visto cumplido "el sueño de su vida": poder ejercer como entrenador de fútbol -algo que ya hacía en su país anteriormente- y vivir en España.

Se ha confesado "muy feliz, muy contento", ha dicho que no imaginaba el recibimiento y los aplausos que ha recibido al llegar a Madrid y que su anhelo ahora era poder traer a Getafe a su mujer y a sus otros dos hijos, que aún permanecen en un campo de refugiados de Turquía.

Osama ha contado que el viaje desde Siria a Europa ha sido "muy difícil", que ha habido veces en que vio peligrar su vida, pero no ha querido hablar de la periodista que le zancadilleó cuando trataba de cruzar la frontera húngara, con su hijo Zaid en brazos.

Ahora, Osama y sus dos hijos residirán en un piso de Getafe cuyo alquiler abonará la Escuela Nacional de entrenadores de fútbol, a cargo de su fondo para la solidaridad, y también le van a ofrecer un contrato de trabajo para que esta familia pueda tener un medio de vida en España.

El presidente de CENAFE ha explicado que la semana próxima tratarán de traer a nuestro país al resto de la familia de Osama, mientras el Ayuntamiento de Getafe se encargará de tramitar los papeles y la documentación necesaria para legalizar la residencia de estos refugiados en España.

Osama ha explicado que tanto él como su hijo pequeño son fieles seguidores del Real Madrid y que uno de sus sueños era ver jugar a su equipo en el Santiago Bernabéu, una aspiración que verán cumplida el próximo sábado cuando asistan desde el palco al partido que disputarán el club blanco y el Granada.

El pequeño Zaid, que repetía continuamente el nombre de Cristiano Ronaldo, será escolarizado por el Ayuntamiento de Getafe, y además recibirá entrenamiento en la escuela de fútbol Boeticher Villaverde.

Miguel Ángel Galán, que ha recibido muy emocionado al grupo de sirios, ha hecho un llamamiento a los políticos españoles para que faciliten la entrada de refugiados a España y para que les proporcionen ayuda, y ha añadido que el gesto de Getafe debe "servir de ejemplo" para el resto de otras administraciones y municipios.