El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha declarado esta tarde que es la persona "más interesada" en que se esclarezcan los hechos que investiga la Justicia en relación con los ingresos que ha obtenido en los últimos años y el origen de su fortuna.

Después de comparecer esta mañana durante más de tres horas ante el juez de Instrucción 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, Rato ha insistido en que su actitud en este procedimiento ha sido y es de "absoluta colaboración" con la Justicia.

"En esa línea he ido esta mañana a declarar para tratar de aclarar todas las cuestiones planteadas por el juez y la fiscal, como ya lo hice en mi declaración del pasado día 1 ante la Guardia Civil", dijo.

Todo ello a pesar de que se mantiene el "ya muy dilatado secreto del sumario" que, entiende Rato, no se justifica si se tiene en cuenta la naturaleza de los hechos investigados y que toda la documentación relevante ha sido ya incautada y consta a disposición de la Guardia Civil, la Agencia Tributaria y el Juzgado.

En cualquier caso, el ex director gerente del FMI ha señalado que es "el principal interesado" en que los hechos se aclaren "cuanto antes" y por ello remitirá al magistrado informes periciales que constaten "de manera fehaciente" que todos los bienes que ha tenido en el extranjero "tienen origen familiar" y han sido declarados "voluntariamente" a la Hacienda pública española.

Además, ha asegurado que no dispone de otros bienes en el extranjero no declarados y quiere que los informes periciales dejen claro también que "todas las transacciones de divisas que haya podido realizar eran legales" e igualmente han sido declaradas a la Agencia Tributaria.

No obstante, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) ignora la procedencia de 6,5 millones de euros, según la documentación que obra en poder del juez.

Respecto de la prestación de servicios profesionales y de conferencias a través de sociedades, "en coherencia con casos similares", Rato considera que tal actuación "carece de relevancia penal, al tratarse de un ámbito de constante litigiosidad fiscal".

Tanto es así que, recuerda, hay "criterios cambiantes por parte de la propia Agencia Tributaria", si bien, en cualquier caso, precisa que se trata de importes igualmente declarados a Hacienda.

El también expresidente de Bankia ha aclarado que no participó ni influyó "de ninguna manera" en la adjudicación de las campañas de publicidad de la entidad financiera y sigue convencido de la "rectitud" de su actuación.

Bankia, en la época de Rato, contrató a las compañías Publicis y Zenith Media para dar a conocer la imagen del nuevo banco y su debut bursátil mediante un concurso competitivo.

"Todos los contratos fueron estudiados y adjudicados por comités profesionales, de manera fehaciente y por escrito, comités en los que yo no participé ni influí de ninguna manera", ha añadido Rato, quien ha dicho que así consta en el expediente del concurso que debe obrar en poder de Bankia.

Sin embargo, el juez sospecha de que en esa adjudicación maniobró el empresario Alberto Portuondo, que presuntamente cobró dos millones de euros por allanar el camino a las empresas de publicidad y, posteriormente, a través de Albisa, desvió 833.000 euros a la empresa Kradonara, epicentro del entramado societario de Rato.

Sobre este dinero, el exministro ha señalado que corresponde a pagos por trabajos profesionales "con contenido" y documentados adecuadamente.

En definitiva, "aclarado el origen lícito de los fondos, no concurre indicio alguno de la comisión de un delito de blanqueo de capitales", ha concluido.