El presidente catalán en funciones, Artur Mas, ha asegurado que el Parlamento y el Gobierno catalán que salga de él "harán pronto una declaración pública anunciando el principio de un proceso político que culminará en la independencia plena" y ha pedido el apoyo de las instituciones europeas "en el periodo de transición" de 18 meses que prevé hasta la independencia total.

Para Mas, la mejor forma de seguir adelante en ese "periodo de transición" es "con la mayor transparencia y con el conocimiento y apoyo de las instituciones europeas", porque, según dice, seguir por el camino "sin diálogo ni negociación es un escenario que no beneficia a nadie, ni a Cataluña ni a España ni a la UE", mientras que "un resultado positivo y negociado políticamente beneficiará a todas las partes".

Para ello, explica, esa declaración de inicio del proceso será "enviada a las autoridades españolas y europeas, así como a instituciones internacionales, para "dejar claro que el proceso ha empezado" y para reafirmar su "compromiso con la negociación y con conseguir una transición gradual y ordenada que no afecte a ninguna de las partes afectadas".

El aún ''president'' asegura que los independentistas no buscan "ninguna ruptura abrupta en el futuro inmediato", sino que han fijado un periodo de "alrededor de 18 meses" para poner en marcha una "desconexión medida y progresiva".

"No tenemos prisa pero no podemos esperar más a que el Gobierno de España haga lo que han hecho los gobiernos de Canadá y Reino Unido con total normalidad: dar voz y voto a los quebequeses y a los escoceses", sostiene.

Mas apela a la "experiencia significativa" de Europa a la hora de "resolver situaciones similares a través de una buena política" y confía en que, con Cataluña, las instituciones europeas demuestren, una vez más, su "flexibilidad y capacidad para adaptarse a la realidad de una situación".

Así, pide a los europeos que no miren lo que pasa en Cataluña "como un problema", sino más bien "como una oportunidad, como un ejemplo de la fuerza democracia en Europa". El ''president'' defiende que el europeísmo siempre ha sido un rasgo importante del "movimiento nacional catalán" y se muestra convencido de que los catalanes "podrán llevar lo mejor de ellos mismos al reto de hacer una Europa mejor".

CARÁCTER PLEBISCITARIO "INNEGABLE"

Sobre las elecciones al Parlament del 27 de septiembre, sostiene que tenían un carácter plebiscitario "innegable" y que su objetivo era medir el apoyo a la independencia de los catalanes.

"Incluso el Gobierno español, que negó fervientemente durante semanas que las elecciones fueran un plebiscito, acabó aceptándolas como tales", afirma, y acusa al Ejecutivo de sembrar miedo al advertir de hipotéticas consecuencias de la independencia de Cataluña.

Según Mas, el Gobierno buscó "frenéticamente" apoyos internacionales a la unidad de España y consiguió "vagas declaraciones públicas por parte de algunos líderes de Gobierno y casi respuestas de vodevil de otros".

Una vez pasada la cita electoral, defiende que las urnas han confirmado que "una mayoría de catalanes" desea que se inicie un proceso democrático, pacífico, civil y negociado "para conseguir un estado independiente de Cataluña".

"La victoria del campo independentista es inequívoca: el pueblo de Cataluña ha dado mandato a sus representantes políticos para iniciar este excitante proceso", afirma. Mas detalla que los independentistas lograron un 48 por ciento de los votos y los opuestos al proceso un 39 por ciento, mientras que "más de un 11 por ciento de los votos" fueron a candidaturas que "han pedido repetidamente que no se cuenten sus votos ni a favor ni en contra".